El municipio de Salvador Mazza fue el lugar anfitrión del lanzamiento del IV Censo del Guacamayo Verde y II Censo Binacional de la Paraba, acto que se llevó a cabo anoche en la localidad.
El censo se desarrollará durante este mes de mayo aprovechando que las especies se mueven por la serranía baja y en grupos. El muestreo abarca a los departamentos San Martín, en Argentina; y Tarija, en Bolivia.
El censo comenzó ayer jueves 16 y los grupos comenzaron el trabajo en campo por espacio de tres días. Entre otros detalles, los censadores deberán asentar hora y fecha del avistamiento, si es grupo o sujeto individual, si acaso hay más de un grupo, tiempo de permanencia, lugar, actividad que realizaba la o las aves, rumbo que seguían, etc. La prioridad la tendrá el guacamayo verde pero también se asentará el número de parabas (guacamayo chico).
El primer censo se desarrolló en 2020 y los censistas quedan obligados desde entonces a aplicar protocolos sanitarios, si bien un requisito contempla no tocar a las aves. El horario previsto para desplegar el trabajo se divide en dos tramos, uno por la mañana y otro por la tarde. Ambos censos cierran con un taller, que cada año se concentra en Campamento Vespucio (General Mosconi). La población de guacamayo verde creció con los años desde 2007, cuando se comenzó con los registros (30) y desde entonces, en 2021 se contaron 136 aves, en 2022 fueron 212 y en 2023, 169 aves.
En 2023 trabajaron 68 censistas en un terreno de 82 kilómetros de serranía, distribuidos en 14 puntos; a ser El Chorro, Itiyuro, Peña Morada, Tuyunti, Acambuco, Peña Santa, La Montura o Vespucio. En el departamento, los dos puntos más importantes de presencia del guacamayo están en el límite Salvador Mazza-Yacuiba y en la comunidad Yariguarenda.
La hembra del guacamayo no pone más de tres huevos al año y la tasa de sobrevivencia de los polluelos y las aves jóvenes es mínima, ya sea por depredadores o caídas de gran altura; sumado a que la madurez para reproducción la alcanzan a los 3 y 4 años. Entre las propuestas para evitar la extinción de la especie está aumentar las áreas protegidas en el límite de Argentina y Bolivia. La provincia de Salta, además, declaró al guacamayo “Monumento Natural”.
Entre las instituciones participantes están COA (Club de Observadores de Aves) Tucán, la comunidad Yariguarenda, los municipios de los departamentos San Martín (Salta – Argentina) y Tarija (Bolivia), el Sistema Provincial de Áreas Protegidas, la Administración de Parques Nacionales, SERNAP, CONICET, la Secretaría de Turismo Salta y Fundación Nativa, además de los voluntarios para la observación.