Se celebra el Día Nacional de la Donación de Órganos. Cuáles son los números de Salta y la región en comparación con el resto del país. Qué tiene que saber para poder donar. (R.M.)

En Salta existen 287 personas en lista de espera. Se trata de residentes en la provincia. En 2015 se realizaron nueve trasplantes con donante cadavérico, efectuados a los residentes de la provincia. Hubo un solo donante real originado en establecimientos salteños. El promedio de donantes reales por millón de habitantes es de 0,75. En Jujuy, el promedio es de 1,37. En Tucumán, de 7,53. En Santiago del Estero, de 1.08. En Catamarca, de 0.

En toda la provincia existen 908 pacientes en diálisis, 191 dentro del Registro de Pacientes con Enfermedad Renal Crónica, 350 inscriptos en Lista de Espera, de los cuales 259 aguardan trasplantes renales, 12 hepáticos, 4 intratorácico, 63 de córneas y 12 de otros órganos.

Siempre con datos oficiales del INCUCAI, se sabe que en Salta existen 310 pacientes en proceso de inscripción: 269 por problemas renales, 6 por problemas hepáticos, 1 intratorácico, 22 de córneas y 12 de otros.

Este año se espera que se realicen 16 trasplantes en Salta. Ocho por donante fallecido o cadavérico y cinco por un pariente o conocido vivo. También una donación dentro de la categoría “Otros órganos” y dos de córneas. Actualmente existen 78 pacientes bajo el programa de medicación inmunosupresora.

El Hospital San Bernardo es la institución salteña generadora de donantes. El CUCAI Salta se encuentra en Mariano Boedo 87, su responsable es el Dr. Raúl Domingo Ríos y el teléfono es el 431 9298.

A nivel nacional, existen 28.473 pacientes en diálisis, 11.124 inscriptos en lista de espra y 9.945 en proceso de inscripción. El Registro Nacional de Pacientes con Enfermedad Renal Crónica es de 3.896.

Sobre la donación

El Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) informa que la donación depende de las características del fallecimiento. Llegado el momento, los médicos determinan cuales son los órganos y/o tejidos aptos para trasplante. Para poder donar órganos, la persona debe morir en la terapia intensiva de un hospital. Sólo así puede mantenerse el cuerpo artificialmente desde el momento del fallecimiento hasta que se produce la extracción de los órganos. En el caso de los tejidos, no es necesario que la muerte se produzca en una terapia intensiva.

Existe una lista de espera única en todo el país para cada tipo de órgano, controlada y fiscalizada por el INCUCAI. La asignación de órganos y tejidos se hace exclusivamente en base a criterios médicos objetivos: la urgencia según la gravedad del paciente, la compatibilidad entre donante y receptor, la oportunidad del trasplante, el tiempo en lista de espera y demás criterios médicos aceptados. Este sistema asegura la equidad y transparencia en la distribución. La mayoría de las religiones se han pronunciado a favor de la donación de órganos y tejidos como un acto de solidaridad con la comunidad.

Sólo ante una necesidad extrema, frente a la falta de donantes cadavéricos, se plantea la posibilidad del donante vivo, debiendo existir un vínculo familiar de acuerdo a la legislación vigente. Esta alternativa se refiere únicamente al caso de trasplantes renales y hepáticos. El órgano más común que se dona en vida es el riñón, ya que una persona puede desarrollar una vida normal con un solo riñón en funcionamiento. Parte del hígado también puede ser trasplantado. La donación de órganos entre familiares está permitida exclusivamente cuando se estima que no afectará la salud del donante y existan perspectivas de éxito para el receptor.

El procedimiento

Cuando un paciente fallece en una unidad de terapia intensiva de un hospital en cualquier parte del país, el médico a cargo es quien inicia el proceso de donación de órganos y tejidos. Se pone en contacto con el organismo provincial o el INCUCAI para trabajar de manera conjunta. Se verifican los signos clínicos de muerte, se corrobora inactividad encefálica y se certifica la muerte bajo criterios neurológicos. Por medios artificiales se mantienen oxigenados los órganos y se realizan estudios de laboratorio que garantizan las condiciones óptimas para ser trasplantados.

Para saber si el fallecido dejó constancia expresa de su voluntad de donar los órganos se consulta en el Registro Nacional de Expresiones de Voluntad para la Donación. Siempre se respeta la voluntad expresada por el fallecido, ya sea que lo haya hecho en forma escrita o verbal. De no haber expresado su voluntad, se lo considera donante.

En caso de menores de 18 años, son los padres o representantes legales quienes deciden sobre la donación de órganos y tejidos.

Con las características biológicas y el grupo sanguíneo del donante, desde el INCUCAI o los organismos provinciales, se inicia la búsqueda de los posibles receptores a través de un sistema informático denominado SINTRA.

Se toma en cuenta el grado de urgencia de los receptores, la compatibilidad biológica entre donante y receptor y la antigüedad en lista de espera.

Cumplidos todos los pasos, se traslada al donante al quirófano para proceder a la ablación de los órganos, a cargo de los cirujanos asignados para ese fin. Paralelamente los equipos de trasplante preparan a sus pacientes para la intervención quirúrgica.

Luego, el cuerpo del fallecido es entregado a la familia en perfectas condiciones, sin alterar su apariencia. El traslado de órganos y tejidos se realiza con equipos que garantizan su total asepsia. Según el órgano, puede conservarse de 4 a 36 horas hasta su implante.

Finalmente los médicos realizan el trasplante a pacientes que estaban inscriptos en lista de espera. El órgano donado es trasplantado sin que influya la condición social o económica del receptor. Los pacientes sin cobertura social cuentan con programas provinciales que garantizan el acceso al trasplante y a la medicación inmunosupresora. Las obras sociales y sistemas de medicina prepaga están obligados a cubrir los gastos de los estudios médicos y el trasplante.

Cómo ser donante

Para manifestar la voluntad afirmativa o negativa en todo el país, es necesario dejarlo registrado. Se puede firmar un acta de Expresión en el INCUCAI, en los organismos jurisdiccionales de ablación e implante. Asentarlo en el Documento Nacional de Identidad en las oficinas del Registro Civil. Completar un formulario online disponible en incucai.gov.ar. Éste se trata de un trámite muy simple y fácil de hacer. Es especialmente rápido, sin demanda de colas o papelerío.

Para expresar la negativa, además de estos canales, se brinda la posibilidad de enviar un telegrama gratuito desde las dependencias del Correo Argentino.

Toda persona mayor de 18 años puede manifestar en forma expresa su voluntad afirmativa o negativa respecto a la donación de sus órganos o tejidos. Como el acto de donar es libre y voluntario, la expresión Afirmativa o Negativa puede ser revocada en cualquier momento por el manifestante, pero no puede ser cambiada por ninguna persona después de su muerte.

Cualquier ciudadano puede acceder al Registro Nacional de Expresiones de Voluntad a través de la página web del INCUCAI y corroborar que su decisión haya quedado asentada, ingresando su documento y fecha de nacimiento.

De no existir manifestación expresa, la Ley de Trasplante presume que la persona es donante. En esos casos, el organismo responsable solicita a la familia su testimonio sobre la última voluntad del fallecido.

Ante la oposición de los familiares, si la última voluntad del fallecido conocida en forma escrita fue donar sus órganos, se respeta esta decisión personal registrada en vida. De igual modo sucede en la situación inversa.

En caso de fallecimiento de un menor de 18 años, se solicita a sus padres o representantes legales el consentimiento expreso para la donación de órganos y/o tejidos.