El ministro de Salud, Enrique Heredia, saltó con una frase lapidaria respecto al sistema de salud de la provincia: “Si quitamos a los médicos procesados no nos quedarían personas para atender”.

Ante los constantes reclamos por mala praxis en los distintos nosocomios de la ciudad y la provincia, al ministro de salud no le quedó otra que reconocer que son muchos los profesionales que, sea cual fuere la razón, se mandan un moco de cuando en cuando , y si se realizan las denuncias generalmente ya es tarde, las vidas ya se perdieron. Esto parece no importar, porque ante la escasez de médicos profesionales no da para quitar de sus puestos a quienes estén con problemas legales, porque si no la cosa empeora, o al menos es esta la consideración de Heredia.

El caso que levantó revuelo el año pasado fue el de Luciano Martínez , a partir del cual se mostraron las falencias de un sistema de salud que no da abasto a las exigencias de la población.

La frase de Heredia es desesperanzadora, con la situación en estos términos no hay nadie que asegure la buena atención de los pacientes, es la salud en su expresión máxima de deshumanización, mientras el paciente es un número la guita se pierde en otros lugares insospechados.