Medios nacionales destacan la experiencia realizada en Tartagal para controlar el dengue. La noticia surge tras el estrago causado por la epidemia en Orán y varias ciudades del país.
“¿Es posible controlar el mosquito transmisor del dengue y otras enfermedades, involucrar a una población en su combate y lograr bajar de manera drástica los contagios?”, es la pregunta con la que empieza un informe de Página 12 en su edición de hoy.
La respuesta es positiva y ponen como ejemplo la experiencia llevada adelante en Tartagal por expertos de organizaciones sociales vinculadas a la salud. Ahí nomás aportan datos a la respuesta: en la epidemia de 2009 hubo 200 casos mientras en el 2016 cuando crecieron los contagios en todo el país allí se detectaron sólo 52. “El modelo de trabajo fue presentado ahora públicamente en Buenos Aires. Con una advertencia: durante el invierno, las tareas de prevención no solo deben continuar sino que son el mejor momento para hacerlo”, enfatiza el artículo.
El modelo de trabajo incluye actividades de prevención, control del mosquito e investigación durante todo el año. El programa fue aplicado en Tartagal por el Grupo de Expertos para la Prevención del Dengue, conformado por la Fundación Mundo, la Fundación Centro de Estudios Infectológicos (Funcei); el laboratorio Sanofi Pasteur y el médico infectólogo Tomás Orduna.
“En Tartagal las cifras preliminares de 2016 arrojan un total de 52 casos, cuando en 2009 en esa ciudad eran 1200, lo que quiere decir que el trabajo es mucho y continuo pero vale la pena”, manifestó Marcelo Abril, director de Programas y Proyectos de Mundo Sano. Orduna, por su parte, enfatizó que “el invierno tiene que ser nuestro primer aliado para combatir el dengue, pero se debe trabajar todo el tiempo todo el año en prevención, concientización e investigación para conocer cómo circula el virus y aplicar las medidas más adecuadas”. En ese sentido, explicó que dado que la situación de Argentina es de estacionalidad, el programa de prevención del dengue debe aplicarse con diferentes actividades según la época del año.
Durante el verano y el otoño, Mundo Sano trabaja en la disminución de criaderos a través del control químico, destrucción y eliminación de recipientes en operativos de descacharrado y bloqueos de foco ante la aparición de casos con sospecha de dengue. En tanto, durante el invierno y la primavera, cuando el nivel de infestación es bajo y existe un menor riesgo de circulación del virus, se prioriza la eliminación y destrucción de recipientes así como los operativos para descacharrizar antes del inicio de la estación con más lluvia.
“Desde que comenzó el programa en la ciudad del noreste salteño se colocaron 5200 ovitrampas y se visitaron más de 100 mil viviendas. Además, solo en octubre y noviembre de 2015 se retiraron 430 toneladas de chatarra y recipientes de potenciales criaderos”, destacó Abril.
“En general, suele pasar que los años que hay poco casos, la gente se relaja. Cuando aumentan, como sucedió este año, también lo hace la preocupación, y uno nota que la gente es más receptiva a escuchar cómo prevenirlo”, contó Abril a partir de la experiencia en Tartagal. “Hay que aprovechar las malas noticias para explicarle a la gente qué puede hacer en su casa para evitar la reproducción del mosquito”, agregó el especialista. Para Abril, la educación es un factor fundamental para disminuir los casos de dengue. “En ese punto es importante apuntar a los chicos, que son los más flexibles a la hora de cambiar hábitos”, comentó.
Por su parte, Orduna consideró que “las sociedades de fomento y los clubes de barrios, hoy en peligro por la suba de tarifas, también son muy importantes para llegar a los vecinos, porque son lugares donde chicos y grandes pasan una buena cantidad de tiempo”. Además, el infectólogo destacó la importancia de un trabajo articulado “como mínimo, con los municipios, que son los que mejor saben cómo llegar a todos los barrios”.
Como una medida adicional al control del vector y a la prevención contra la picadura del mosquito, se desarrolló una vacuna para prevenir la enfermedad causada por los cuatros serotipos. La directora también explicó que se espera que la vacunación pueda tener un impacto a nivel individual, al proteger a cada paciente vacunado, pero también que haga descender a una escala global la incidencia de la enfermedad y mitigue los brotes.
Según considera un informe del Grupo para la prevención del Dengue, durante este año en el país, los brotes de dengue se anticiparon al período habitual en que suelen comenzar, por lo que afectaron a un mayor número de localidades y provincias. El aumento de temperaturas y precipitaciones como consecuencia del fenómeno El Niño, sumado a un aumento en el flujo de viajeros en verano son dos de los factores más importantes que favorecieron esta situación. Así, en las primeras 18 semanas de año se notificaron 11 fallecimientos de pacientes a causa de dengue y un total de 67.761 casos con sospecha de la enfermedad, lo que supera un 37,8 por ciento a los registrados en el año 2009 para el mismo período.