La salud en Salta sigue en terapia intensiva. Llegó la segunda ola de COVID. Estamos con más del 80% de las camas ocupadas. El COE descarta volver a Fase 1, aunque Formosa, acá al lado ya lo hizo. «Volver a Fase 1 sería aniquilar a la sociedad», dijo el presidente del COE, que también es el Ministro de Salud Pública. Simultáneamente se deja ver una enorme crisis.

 

La cosa está que arde. Pero los desaciertos no paran. El escándalo por el nombramiento de la hija del ministro de Salud como odontóloga del Hospital San Bernardo, al igual que el hijo de la Secretaría de Gestión Administrativa de Salud, anteriormente Gerenta Administrativa del Hospital Señor del Milagro, Marcela Tula y del presidente del Círculo Médico de Salta hasta diciembre pasado, Luis Herrera, jefe de residentes del mismo nosocomio, trajo cola.

El poco criterioso sincericidio que implicó la respuesta de los funcionarios a los medios, elevó el malestar del sector gremial de la salud, que esperan por años la posibilidad de abandonar las condiciones laborales precarias. La espera de designaciones para algunos supera los 13 años. «Hasta cuándo tendremos que ver cómo todos son acomodados por el gobierno de turno», fueron las declaraciones de representantes de APSADES.

Se habla de Nombramientos VIP, por parte del ministro Esteban y la contadora Tula, que desde que asumieron metieron mucha gente con sueldos de secretarios de Estado. El yerno de Esteban entra en este ítem como personal de apoyo Nivel 1, a cargo del manejo del combustible del parque automotor de Salud Pública. La nuera de la contadora Tula, pareja del hijo anteriormente «acomodado» también es parte del «arreglo», como también su otro hijo que cuenta con un cargo equivalente a subsecretario.

«Todo esto sucede mientras existe gente precarizada que no cobra en tiempo y forma, para la cual aún no se hizo ninguna gestión. A ellos se les dice que no hay presupuesto para nombramientos».

 

Mientras tanto, en Tartagal…

Los resultados de la auditoría realizada al hospital Juan Domingo Perón por la Sindicatura General de la Provincia prometen escándalo seguro.

El informe muestra que habrían existido pagos irregulares, bajo la modalidad de cheques bancarios por 3 millones y medio de pesos, los cuales no habrían sido justificados. En reiteradas veces el síndico habla de pagos irregulares.

Se observó también un crecimiento sorpresivo en el volumen de liquidaciones por pagos del estado a la Asociación Salteña de Anestesia, Analgesia y Reanimación, a la que casualmente pertenece el gerente del Hospital.

Queda evidente la incompatibilidad en la que incurrió López al prestar servicios a entidad ajenas al Hospital. Las liquidaciones superan ampliamente los montos de ingresos mensuales y las horas trabajadas. En algunos casos se entiende que trabajó 26 horas diarias, evidenciando un ejercicio de su especialidad en otros ámbitos, incumpliendo su compromiso como gerente. Se habla de dos millones y medio por mes en algunos casos.

En otra parte el informe de la auditoría, muestra un listado de más de 70 cheques, emitidos desde la cuenta corriente que posee el hospital Perón en la entidad de Banco Macro, por un monto de 49000 pesos cada uno, que no tienen una justificación para su pago, infringiendo las normas de la ley de Procedimientos Administrativos.

Existen 3 millones y medio de pesos en cheques de los que no se encontraron comprobantes de pagos y que tampoco fueron justificados por López.

Las acusaciones en el Hospital Juan Domingo Perón alcanzan también al ex gerente, José Fernández, quien junto a López habría rechazado la posibilidad de realizar horas guardias en el hospital bajo el procedimiento que propone el estado, para luego formar parte de una contratación tercerizada del servicio al mismo estado.

 

En Cachi, un imbécil como pocos…

Eduardo Di Lorenzo, era el cardiólogo del hospital de Cachi que vino hace poco de La Plata, pero prontamente deberá ser trasladado debido a su conducta y sus comentarios pocos felices, tanto con los pacientes como con los trabajadores del hospital.

A mediados de septiembre del año pasado, un enfermero contrajo Covid-19. Él y su esposa, también empleada del Hospital, María Natividad Morales recibieron una receta por parte de Di Lorenzo, que decía “Se ve que este bicho, también ataca a los feos”, de su puño y letra.

Pero el peor episodio fue el 12 de febrero, cuando un niño que sufrió un accidente doméstico perdió la vida y Di Lorenzo le dijo a la madre “¿No se habrá ahorcado por ser hincha de Boca?”. Sin ningún tipo de tacto ni empatía, ni muestra de humanidad respecto a la situación de esa madre.

El diputado Marcelo Oller Zamar, tomó cartas en el asunto y explicó que son varias las irregularidades que pesan sobre este médico. Resaltando que ya pidió al ministro Juan José Esteban que se haga cargo de la situación, ya que el profesional parece no entender el alcance de sus palabras.

Al parecer estaría todo dado para que el cardiólogo bocón sea trasladado.