Los mineros aseguran que su actividad no desarrolla todo su potencial. La canadiense Regulus Argentina que posee el proyecto metalífero Río Grande en Salta, dice que precisa un socio con 8 millones de dólares para continuar con su proyecto. La solución que encontraron por ahora es “hacer la plancha”.

Los mineros no piensan muy distinto a la oposición política nacional. Aseguran que las restricciones cambiarias, el proceso inflacionario y la falta de capitales de inversión sacuden a la industria minera que en el 2014 no habría desarrollo todo su potencial, además de asegurar que para el año en curso el crecimiento será limitado. La solución que encontraron es “hacer la plancha” a la espera de que una nueva administración determine las condiciones micro-macro económicas del país para el mediano plazo, según un informe publicado en el portal La Politica On Line.

En ese marco, se supo que la empresa de capitales canadienses Regulus Argentina, que opera en Salta no descarta una asociación para continuar la exploración de los proyectos en la Argentina. Su manager para Argentina y Chile de Regulus, Javier Robeto informó: “Si bien la empresa está en una muy buena posición económica, hay una decisión de no hacer desembolsos para exploración muy fuerte en el país. Estamos manteniendo las propiedades y haciendo trabajos para tener un mejor modelo geológico, para ver si descubrimos cosas nuevas”. Se requieren unos US$ 8 millones para continuar con la perforación de Río Grande, un proyecto metalífero en Salta. La empresa Regulus Resources posee seis proyectos mineros en el país: Río Grande, El Camino y Oscara (Salta), Aguas Calientes y Catua (Jujuy) y La Frontera (Catamarca).

El que tiene más trabajo de exploración es Río Grande, ubicado en el departamento Los Andes, a 430 Km de la capital de Salta. “Geológicamente, Río Grande es complejo porque tiene características híbridas de lo que sería un pórfido de cobre, pero también parece como un sistema IOCG (óxido de hierro-cobre-oro). Actualmente no están haciendo trabajos en campo, solamente hay tareas de guardianía para asegurarse que se cumplan las medidas medioambientales y de monitoreo”, indicó el ejecutivo.

Robeto indicó que un acuerdo le permitiría al socio comprometerse a perforar una cierta cantidad de metros en tantos pozos profundos. “Ellos, a través de esa inversión, accederían a una porción en el interés del proyecto y luego se puede armar un esquema de cómo continuarían y avanzando hasta una etapa de prefactibilidad. La opción del socio no es algo imperativo porque un escenario es que la compañía decida permanecer un tiempo más con bajo perfil y ver si tenemos señales internas en el país de que sean más favorables el próximo año”, agregó.

Desde el año 2004, en Río Grande se han invertido cerca de US$ 53 millones y unos US$ 2 millones adicionales para los otros proyectos. “Para el 2015 tenemos designados para Argentina unos US$ 800.000, que incluye a todos los proyectos, salvo que haya algún cambio en el segundo semestre porque vamos a revisar el presupuesto; si ha cambiado el clima interno en el país o si aparece un socio interesado en invertir. Un 50% se llevaría Río Grande y el resto se reparte en los otros proyectos para trabajos menores. Estamos en un 10-15% de lo que veníamos invirtiendo cuando hacíamos exploración activa”, explicó Robeto.