Algunos datos estadísticos del departamento de Orán, lugar a donde arribará Daniel Scioli y Juan Manuel Urtubey en la tarde de hoy. Élite rica y reducida, clase media estrecha y mayoría de pobres.
En Orán, según el censo 2010 era un departamento con 138.879 residentes, poseía 31.859 núcleos familiares que habitaban 29.100 viviendas de las cuales 22.436 se registraron como casas, 562 departamentos, 2.164 ranchos y 3.588 casillas.
Según le mismo censo, el 78,39% de los hogares (24.974) no poseía computadoras; el 82,32% (26.226) no contaba con línea telefónica; el 4,38% de la población mayor de 10 años (4.714 sobre un total de 107.387) era analfabeta; otro 34% de los hogares (10.082) habita en ranchos y casillas sin descarga de agua; mientras el 23% de esos mismos hogares (7.355) carece de heladeras.
Orán es desde hace décadas una típica ciudad del Tercer Mundo: posee una elite rica y reducida, una clase media estrecha y una sobredimensionada mayoría de pobres que en una ciudad de frontera se vuelcan masivamente a actividades como el bagayeo que recluta unos 3.000 hombres que contrabandean productos desde Bolivia a nuestro país.
Orán, además, forma parte de una frontera caliente en donde la porosidad de los controles tiene décadas de existencia porque representa cientos de kilómetros que separan a países también pobres con déficits estructurales para controlarlas.
Allí el narcotráfico hace uso de esas falencias y ha logrado algo siniestro: reclutar en sus filas a miembros de las mismas fuerzas del Estado que deberían combatirlos como bien lo representa el caso del Juez Federal Raúl Reynoso.