En medio de una crisis económica que ha impactado el poder adquisitivo de los salteños, la perspectiva de ventas para las fiestas de fin de año en los comercios locales es sombría. Sin embargo, la situación se torna aún más compleja cuando algunos comerciantes, ante la dificultad de ventas, recurren a prácticas especulativas desafiando la ética comercial.
En este contexto, la Municipalidad de Salta, a través de la Dirección General de Defensa del Consumidor, ha emprendido esfuerzos para controlar la exhibición de precios en los comercios de la ciudad. Se han realizado operativos de inspección en el casco histórico, donde se constató que algunos establecimientos exhibían productos sin indicar sus costos correspondientes, una práctica que viola las leyes de defensa del consumidor.
Estos controles son el resultado de múltiples denuncias recibidas, cuentan desde la Municipalidad. Además de la falta de exhibición de precios, se encontraron disparidades entre lo que se mostraba en las vidrieras y lo que se cobraba en caja. Es crucial destacar que el municipio no solo busca sancionar sino también proteger el bolsillo de los ciudadanos en medio de un contexto inflacionario.
No obstante, la especulación no se limita a la exhibición de precios. Con las festividades de fin de año, la actividad comercial se intensifica, y Control Comercial ha realizado inspecciones en diversos establecimientos. Entre ellos, supermercados, carnicerías, fiambrerías y locales de pirotecnia han sido los focos de atención.
El municipio ha llevado a cabo 230 inspecciones hasta la fecha. Se encontraron locales con habilitaciones en trámite o vencidas, y se labraron actas para regularizar la situación. Además, se realizaron controles bromatológicos que resultaron en el decomiso de alimentos vencidos o en mal estado. Los decomisos también se han extendido a la venta de pirotecnia, donde se confiscaron productos de sonoridad no permitida.
Es evidente que, en tiempos de crisis, algunos actores comerciales buscan aprovechar la situación en detrimento de los consumidores. Sin embargo, la conciencia ciudadana y la denuncia responsable son también herramientas vitales.