Durante 10 años Dante Aladino Herrera le hizo la vida imposible a su esposa, golpes, vejaciones y torturas. Pero en esta provincia donde la misoginia parece ser ley, le dieron tres años de condena, y al ser ésta condicional quedó libre y sólo deberá someterse a tratamiento psicológico.

En diciembre del año pasado el juez determinaba la prisión preventiva de Herrera por el delito de “reducción a la servidumbre” en perjuicio de su mujer. La medida fue tomada debido a los antecedentes de violencia familiar, incluso se ordenó la exclusión de hogar, pero el hombre logró regresar para repetir la historia y volver a amenazar a su mujer para que levante la denuncia. Una semana antes de la misma, el hombre la había golpeado con el codo en la cabeza y la espalda frente a su hija menor de edad.

El delito de “reducción a la servidumbre” está contemplado en el artículo 140 del Código Penal. “Si bien la víctima no era específicamente una servidora, se encontraba en una situación más general o abarcativa sometida al arbitrio y voluntad del causante en todo sentido”, apuntó el juez. Existe un sometimiento psíquico aun cuando exista cierta libertad ambulatoria.

Ahora “La Cámara Segunda en lo Criminal, actual Sala II del Tribunal de Juicio, condenó Dante Aladino Herrera a tres años de prisión en forma de ejecución condicional por resultar autor penalmente responsable de los delitos de lesiones y amenazas en concurso real”, informa el portal del poder judicial de Salta, sin embargo Aladino podrá seguir en libertad porque debe someterse a tratamiento psicológico durante el tiempo de la condena.

Si bien tiene prohibido regresar al hogar que compartía junto con la mujer y sus cinco hijas en Iruya, la justicia parece olvidar la amenaza que realizó luego de ser denunciado por malos tratos, ocasión en la que le dijo “te voy a cagar matando, hija de puta”.