El magro presupuesto de 5.110.630.499 pesos asignado a su cartera, habría llevado a Verónica Figueroa a dimitir. El gobernador Sáenz aún no se la aceptó

Tal como lo anticipara Cuarto Poder el miércoles pasado, la ministra de Desarrollo Social, Verónica Figueroa, presentó su renuncia al cargo.

Hasta el momento, el gobernador Gustavo Sáenz no la aceptó por lo que Figueroa continúa desarrollando las actividades de su cartera, pero tiene las valijas listas.

La gota que colmó el vaso de Figueroa fue el presupuesto. Con órdenes de hacer un presupuesto “ajustado”, envió al ministro de Economía, Roberto Dib Ashur, unos números bastante bajos para las necesidades reales que tiene el sector de desarrollo social en la provincia.

Minutos antes de que iniciara la reunión virtual del martes 7, cuando todo el Gabinete se reunió en el Grand Bourg para presentar el Proyecto de Presupuesto 2022 ante los diputados y senadores, Figueroa se enteró que el equipo económico había reducido su ya magro presupuesto de Desarrollo Social.

El número final para todo el 2022 fue de 5.110.630.499 pesos, algo que enfureció a Figueroa, que se negó a presentar ese presupuesto “por vergüenza” y no dudó en abandonar la reunión.

 

Desde el Grand Bourg trataron de tapar la situación y, cuando era el turno de la exposición de Figueroa, adelantaron el “PowerPoint” a la velocidad de la luz.

Dicen sus colaboradores que “la Vero” estaba enfurecida con los sólo 5 mil millones de pesos que le asignaron para trabajar en la “provincia más pobre y con mayor desigualdad social del país”.