Llega a la pantalla grande el documental que narra la desaparición en 1965 del avión TC-48 de la Fuerza Aérea Argentina, dirigida por el cineasta Pepe Tobal.

El realizador Pepe Tobal estrena «La última búsqueda», documental sobre la desaparición en 1965 del avión TC-48 de la Fuerza Aérea Argentina con decenas de cadetes en vuelo de egresados, en el que propone al espectador «sumergirse en un viaje para rescatar una aproximación de la verdad».

Esta película permite una reflexión en torno «a las distintas formas de reaccionar del ser humano, no ante la muerte sino ante la desaparición de un ser querido; el dolor que no termina y la incertidumbre que impide seguir con la vida y desde lo institucional la perversidad de los intereses mezquinos, el ocultamiento, la desidia y las negligencias», explicó Tobal en una entrevista con Télam.

«Buscamos describir las consecuencias del accidente en los familiares, quienes señalan que viven en una permanente inquietud y desasosiego por lo inasible del proceso», describió el realizador a Télam.

– ¿Cómo surge su interés en esta historia?
– En 1973 retorné a vivir a Córdoba, con 17 años. Recuerdo a una vecina de mi edad, Regina, que vivía a la vuelta de casa, no tenía papá y a la mamá le decían «la loca del avión», era Clyde Zurro esposa del comandante Zurro del TC-48. Ella no aceptaba la versión de la historia oficial y mucho menos la muerte de su marido, al igual que muchos parientes de los desaparecidos. Muchos años después, casi 40, volví a entrar a esa misma casa, Clyde había muerto, pero adentro nada había cambiado, los colores de las paredes, los cuadritos, los muebles, el tiempo y el lugar habían quedado congelados y Regina en la misma mesa hablaba de «papi y mami», como si estuvieran allí.

– ¿Qué elementos tuvo en cuenta para contar más de 50 años desde que ocurrió el hecho hasta la actualidad?
– Hace 40 años el misterio me sedujo, me hizo imaginar la jungla, los indígenas, el mar, los tiburones, ahora mi mirada se enfocó en el tremendo drama humano que enfrenta alguien cuando la persona que más ama desaparece sin una prueba fehaciente de la muerte. Nos planteamos cómo bucear en ese proceso interior y al encontrar a Cecilia hace más de dos años, quien tampoco dejó de buscar a su padre, piloto del avión, decidimos acompañarla y registrar la búsqueda para encontrar una respuesta que le dé respiro o un poco de tranquilidad.

– ¿Cómo fue la elección de qué mostrar y cómo hacerlo?
– La búsqueda apuntó a saber la verdad tantas veces evitada por distintas razones e intereses, sin dejarnos llevar por la inmensa cantidad de versiones incomprobables. Investigamos con rigor, con multiplicidad de fuentes, en el territorio, con testigos lo más directos posibles en una tragedia sucedida en 1965. Se investigó en Argentina, Costa Rica y Panamá.