El presupuesto destinado a educación pública por el estado nacional fue hasta el 2015 de un 6% del total del PBI. Cambiemos modificó el porcentaje a un 3%; pero la quita es aún mayor de lo que se percibe en números. (Foto: Gastón Iñíguez)

Resultado: cierre de programas educativos destinados a la inclusión de niños y jóvenes en todo el país (CAI, CAJ, Coros y Orquestas, Fines, etc.); reducción de fondos para mejora institucional, merma en la cantidad de puestos docentes y por supuesto reducción de los salarios docentes. Asimismo en las universidades se redujo el presupuesto para pago de insumos e infraestructura así como se cortaron becas y subsidios para la ciencia.

El cambio evidentemente se hizo de forma planificada; es mejor no tener gente formada ni preparada, que nuestros científicos se empleen en empresas privadas o vendan sus conocimientos al exterior, que los chicos no tengan actividades extracurriculares que los ayuden a pensar y vivir de otra manera; este cambio quiere esclavos sumisos y obedientes a los poderes de las grandes corporaciones.

Cabe destacar que ninguno de los elegidos por Cambiemos para integrar el gabinete de educación se formó en escuela y/o universidades públicas… por eso no saben de qué se trata esto de la educación pública.