Acompañado del salteño Gustavo Sáenz y su asesor en educación, Sergio Massa desarrolló los ejes de su propuesta para recobrar el nivel de la educación pública con un sistema de premios y castigos para docentes, control de presentismo y capacitación en nuevas tecnologías. Sáenz deslizó que hay que prohibir las huelgas.
En un encuentro realizado en la Ciudad de Buenos Aires, Sergio Massa enfatizó que llegó el tiempo de uno de los temas más importantes de la Argentina y de los que menos se habla en campaña electoral: la educación. Con esa introducción desarrolló los principales ejes de su propuesta acompañado del intendente electo de Salta, Gustavo Sáenz.
En ese marco detalló que considera necesario diseñar una política de evaluación de unidades educativas y docentes que incluye que cada unidad educativa tenga metas de aprendizaje para el alumno y el docente. «Vamos a implementar un sistema de evaluación docente, confiable y transparente, para medir el cumplimiento de metas de calidad y retención de alumnos en todo el país. Habrá incentivos salariales para los docentes que logren alcanzar las metas y un programa de re-entrenamiento para los que tengan dificultades», explicó, y ahondó: «Todos los docentes tendrán que aprobar un examen nacional para ingresar a la docencia, y un examen cada cuatro años para medir su nivel de conocimiento, recomendar su capacitación y determinar su permanencia en el cargo. Necesitamos al docente comprometido y esto nos obliga a poner en marcha un sistema de premios al presentismo porque no es lo mismo el que va a trabajar todo los días, que el que no. No es lo mismo el docente que no va a trabajar y en muchos casos es protegido por algunos gremios que usan al sistema educativo como preventa, que el docente que siente en la educación pública su trabajo de todos los días y el desarrollo de su vocación como forma de transmitirle a los menores el camino a elegir», explicó.
En ese marco, Gustavo Sáenz había deslizado en una entrevista dada a Infobae que no descartan analizar una propuesta como la implantada en Ecuador donde se prohibió el paro de los docentes al concebir a la educación un servicio público esencial, aunque reconoció que «antes hay que valorizarlos y pagarles como corresponde».
Volviendo a los anuncios de Massa, éste aseguró que es “muy importante entender que Argentina necesita aumentar la infraestructura para avanzar en la contención, y hacerlo con las nuevas tecnologías como elemento central para el proceso de aprendizaje” y que ello debe estar acompañado “de inversión en el nivel de jardín previo al inicial porque creemos fundamental la puesta en marcha en todo el país de la jornada extendida», continuó.
En referencia a la propuesta del oficialismo de eliminar los aplazos, Massa explicó: «Es mentira que una mala calificación estigmatiza a un alumno. Marcarle los errores sirve para que un alumno aprenda de sus errores y se supere. El planteo de Daniel Scioli al eliminar los aplazos es que no importa el sacrificio, y esto es igualar para abajo. Eso es parte de la destrucción del sistema de valores en Argentina. Esto es algo que tenemos que cambiar sin miedo. Igualar para abajo nos construye en sociedad mediocre”.