La flamante Ciudad Judicial inaugurada hace poco en Metán en sus primeros días de funcionamiento es un caos: falta de mobiliario, problemas con el servicio informático, la red telefónica, etc.
El día de la inauguración, el presidente de la Corte de Justicia, Guillermo Posadas, señalaba “La importancia que tiene es que estamos inaugurando edificios con una arquitectura moderna y funcional en el interior de la provincia. Hoy es un día de alegría para Metán”.
El edificio en cuestión comenzó a construirse en 2009 y el presupuesto original consignaba $29.635.768,15, monto que casi fue doblado al final (55 millones de pesos). La obra tiene más de 11 mil metros cuadrados de superficie cubierta, cuenta además con cuatro plantas y un subsuelo donde funciona una alcaidía de tránsito. El tercer piso funcionan los tribunales de juicio y los detenidos llegan hasta ese punto por ascensores directamente desde el subsuelo. El Registro Civil también cuenta con dependencias en la zona, incluida una sala para realizar casamientos.
Hasta ahí todo estaba en orden y era promisorio, pero como suele suceder con estos nuevos edificios institucionales el caos termina reinando el supuesto orden. Al menos así lo informaron las personas que fueron a trabajar el primer día de funcionamiento (si es que es esta la palabra correcta) de la Ciudad Judicial que debía significar un solución para la población del sur de la provincia. “No se pudieron reanudar normalmente las tareas en los tribunales porque todavía no está instalado el sistema informático IURIX que utiliza el Poder Judicial para el control y movimiento de los expedientes. En algunos juzgados directamente no reciben los escritos y están totalmente paralizados y en otros los reciben pero no hay tareas internas hasta el momento”, dijo el abogado Rodrigo Brizuela, subdelegado del Colegio de Abogados de Metán. Y ese fue uno de los tantos problemas que tuvieron que enfrentar los oficinistas en su primer día de trabajo. La falta de mobiliario, la escasa conectividad a internet en algunas zonas del edificio, y hasta la falta de alarmas contra incendios fueron parte de las quejas. Tampoco se trasladaron las tres fiscalías y las dos defensorías penales que continuaron realizando ayer sus actividades en el antiguo edificio del Ministerio Público ubicado en la calle Arenales.