Mientras en la provincia de Buenos Aires CFK remontaba unos resultados que Macri y María Eugenia Vidal habían festejado de antemano, en el bunker “K” de Capital Federal se sufrió una derrota que confirma la supremacía macrista en ese distrito. (Federico Anzardi)
Suena una canción que Pappo’s Blues grabó en 1973, gran temporada peronista. Suena en la sede de la Unión del Personal Jerárquico de Empresas de Telecomunicaciones. La versión de “Sucio y desprolijo” que se escucha fue registrada por Divididos, otro trío poderoso, en el verano del 2000. 17 años y medio después resuena aquí y ahora, en el búnker de Unidad Ciudadana en la Ciudad de Buenos Aires.
Pero quizás no sea el soundtrack apropiado. Por ejemplo, el verso “yo, que soy un hombre desprolijo” no da muy bien con la imagen de Daniel Filmus, principal referente del kirchnerismo en la capital nacional. Un hombre que carece de la fuerza del estrellato, un precandidato que no se destaca jamás. Político de perfil bajo que ni siquiera aprovecha el misterio a su favor y nunca pudo lograr su objetivo de máxima: conseguir un triunfo en Capital Federal. Son muchos pensamientos para una sola cosa.
El búnker también pasa desapercibido. Todo se concentra en Sarandí, en la cancha de Arsenal, donde Unidad Ciudadana, que en realidad es una sola persona y no es Filmus, tiene puestos todos los cañones. Acá sólo hay lugar para unas trescientas personas que alabarán al Gonzalo Higuaín del kirchnerismo, el hombre que le pifia en finales. ¿Podrá ser éste el día en que todo empiece a cambiar?
Alguna vez, Filmus fue aliado del gobernador Juan Manuel Urtubey. O quizás sea más certero decir que alguna vez el mandatario salteño se puso del lado del kirchnerismo. Ocurrió hace casi una década. A principios de octubre de 2008, ambos presentaron “Argentina: un modelo para debatir”, jornadas de debate sobre el país del post bicentenario. “No hay debate en un pensamiento hegemónico, es necesario discutir abiertamente sin ningún tipo de prejuicios”, decía Filmus en aquella presentación conjunta. Urtubey ya mostraba las ganas de cambios y destacaba la convocatoria plural. Como bien reflejaba Página 12, pedía que no todo se agotara en la galaxia K.
Hoy, los dos políticos se encuentran en lugares contrarios. Filmus sigue como firme aliado de la expresidenta. El gobernador Urtubey, en cambio, ha sido calificado como el ministro sin cartera de Macri.
Poco después de las seis de la tarde, los asesores de prensa especulan que se llegaría a un 19 o 21 por ciento. A las 18.30, mientras suena Callejeros, el escenario muestra el hashtag #TuVozEsNuestraVoz. “Ahí salió Cristina para Arsenal”, indica una de las trabajadoras del búnker. “¿Cuál es la situación más insólita?”, pregunta una productora. Un movilero radial sale en vivo y dice que no hay mucho por informar por ahora. La pilotea con loas al catering de café, sánguches, facturas, jugos y medialunas rellenas.
Va a hablar Gisela Marziotta, chicos, en un rato”, anuncia uno de los prensas del partido y todos los periodistas, camarógrafos, fotógrafos y productores por fin levantan la mirada de las pantallas de sus smartphones. El WiFi, con clave excursionistas10, no anda bien. Es mucha la demanda o pésima la recepción de mi celular. Marziotta, mujer de los medios y precandidata a diputada por la Ciudad, se instala en el sector de conferencias. Habla de la dispersión del peronismo, dice que no es importante hablar de números y la frase, gambeteadora, suena como ese chiste patriarcal que dice ¿Es linda? Es muy buena persona. ¿Pero es linda? Es re copada.
A las 20:40 habla María Rosa Muiños, presidenta del bloque peronista en la Legislatura Porteña. Habla de “seguir creciendo”. Los movileros graban con el celular y mandan el audio por WhatsApp. Habla de no oponerse por oponerse. El clima no es de triunfo pero quienes se postulan nunca dejan de sonreír durante la campaña. Nunca.
A las nueve de la noche llegan los primeros resultados oficiales. Los periodistas se agolpan frente a las dos pantallas led que muestran C5N y América. Filmus: 21,7. Carrió: 47,8. Terrible paliza. Habla Larreta, habla Carrió. Triunfo en los rostros. Triunfo en los rostros ajenos que muestra la televisión.
A las 21:27 aparecen todos los precandidatos en el escenario de la Unión del Personal Jerárquico de Empresas de Telecomunicaciones. Está Mariano Recalde. Está Filmus. Unos trescientos entusiastas los aplauden. Filmus es el único orador. Dice que son la primera fuerza de la oposición. Hay más aplausos. Agrega que hay que agrupar el voto opositor de acá a octubre. Habla de un gobierno que sumergió a la gente en la desesperanza, la pobreza y la desesperación. Pide parar a los políticos que destruyen la industria nacional y se despide. Se queda en el escenario mientras suena Bersuit de fondo y los trescientos entusiastas cantan que van a volver, van a volver, van a volver.
Al cierre de esta edición, los resultados oficiales mostraban que Unidad Ciudadana era la fuerza más votada dentro de las PASO del kirchnerismo, que en total reunía un 20,73 por ciento. Carrió y su Vamos Juntos goleaba con el 49,56 por ciento. Las elecciones en la capital nacional volvieron a poner a Filmus en un segundo lugar. Y demostraron que la ciudad más importante del país está más cerca de Macri que de Cristina. O más cerca de Urtubey. No hay muchas diferencias.