Por: Elio Daniel Rodrìguez

 

Después de 40 años de democracia, la ciudadanía, cansada de perder y de obsequiar confianzas dilapidadas, parece haber dicho basta y podría estar a punto de embarcarse ahora en una aventura cuyo desarrollo es incierto. Quizás, no obstante, a los ojos de una inmensa cantidad de personas, la decisión de llevar a la presidencia a Javier Milei, de concretarse, no configure más riesgos que los que, en sucesivos gobiernos, llevaron al país a tener casi un 40 % de pobres (1) – entre ellos dos de cada tres niños de Argentina (66%), si se mide su situación por ingresos o derechos básicos de los que permanecen privados (2)–, niveles de inflación altísimos –que hacen difícil llegar a fin de mes, proyectar un porvenir y, en infinidad de casos, hasta alimentarse adecuadamente–, casos alarmantes de corrupción gubernamental –con nada menos que, entre muchos otros, una vicepresidente condenada a seis años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos por hechos de esta naturaleza y aún en el cargo (3)–, nepotismo en grandes e indisimuladas dosis –el ahora ex precandidato a vicepresidente Gerardo Morales encabeza a nivel nacional el ranking de familiares en el poder con 25 parientes directos y políticos designados en la función pública (4)–, aumento de la marginalidad, de la violencia, del narcotráfico, del delito, de la presión impositiva, del déficit habitacional, de los problemas gravísimos para alquilar una vivienda, de la deserción escolar, de los bajos rendimientos educativos y un largo etcétera. 

El domingo en horas de la noche, tras largas horas a la espera de números oficiales de las elecciones PASO, el país observó asombrado los datos del fenómeno. Milei fue el candidato a presidente individualmente más votado y muy posiblemente podría ser el próximo presidente de Argentina. El ascenso en la consideración social fue meteórico. Hoy, La Libertad Avanza, la fuerza política de Milei, cuenta únicamente con dos diputados nacionales, él como presidente de bloque y Victoria Villarruel (5). No tiene gobernadores ni estructura nacional ni aparato. Carece del suficiente número de fiscales. La misma coalición –La Libertad Avanza está conformada por el Partido Demócrata, Unión Celeste y Blanco, Partido Fe y Partido Renovador Federal– tiene solo dos años de existencia (6). Increíble. La política tradicional se restriega los ojos y se pellizca el brazo. Les costó creerlo. 

La desastrosa gestión económica de Sergio Massa, su indisimulada avaricia de poder y el atroz maquiavelismo de sus conductas, sumados al paupérrimo gobierno de los Fernández, hicieron tal vez que el golpe fuera menos duro, pero en Juntos por el Cambio, que después de la interna feroz veía la luz de un nuevo gobierno, la trompada en el mentón todavía duele. Y plantea muchos interrogantes. Tienen la esperanza de que sea el mismo Milei el que les muestre la salida. En pocos días, después de las primarias, el libertario prometió acabar con el CONICET, terminar con la educación de gestión estatal y entregar “vouchers” –nadie sabe muy bien cómo van a funcionar ni parece importar–, eliminar el ministerio de Cultura y el de Medio Ambiente, entre otros (7). Algunos ya comenzarían a vislumbrar que lo que se viene o podría venir sería muy complicado, aunque, por supuesto, así no parecen verlo todos. 

Una primera lectura de lo que pasó el domingo demuestra que los acuerdos políticos que se hacen a espaldas de la gente no tienen nada que ver con los resultados de una elección. Horacio Rodríguez Larreta había acordado con muchos, pero no le sirvió. A su lado estaban Carrió, el presidente del radicalismo, Pichetto, Manes, Vidal, Espert… El esfuerzo aglutinador fue importante, aunque no surtió ningún efecto positivo. Pero, ¿por qué? Y es tentador pensar que la respuesta es muy simple: porque la gente está harta. 

Los hechos podrían estar diciendo que los aparatos son prescindibles cuando la bronca se apodera de los ciudadanos y la idea de futuro adquiere la forma de una eterna cuesta abajo, hasta el desamparo total. La denominación de “casta”, para aplicarla a la dirigencia política en general, que utiliza Javier Milei, prendió fuerte en vastos sectores del electorado, que rápidamente identificaron en la conceptualización del libertario lo que observaban en los hechos de la realidad, es decir, un sistema con marcado espíritu endogámico, dueño de privilegios excesivos en medio de una masa de sobrevivientes, y cerrado e indiferente a los sufrimientos de una sociedad llevada a límites cada vez más difíciles de soportar. 

Es muy inquietante observar que, tras cuatro décadas de democracia ininterrumpida en el país, las cosas han cambiado tanto. En 1983 los argentinos pedían votar. En 2023 se les pide a los argentinos que voten. El ausentismo en las urnas, el segundo mayor desde el retorno de la democracia después de las PASO legislativas de 2021, podría estar diciéndonos que una importante franja de la población está dejando de creer en la democracia y en una de sus herramientas más claras y directas, el sufragio, como medio para cambiar positivamente la realidad. Se trata de una circunstancia de extrema gravedad y es verdad que la responsable no puede ser otra más que la misma dirigencia política en general, que rara vez ha encontrado respuestas valederas, más que para sus propias necesidades. 

Igualmente, se hace difícil pensar que una bomba pueda desactivarse a machetazos. La precaución y la mesura resultan conceptos muy alejados del vocabulario de Milei, y su temperamento, poco dispuesto al diálogo y sobradamente proclive a la adjetivación, no necesariamente es el que el país precisa en estos momentos para la resolución de sus enormes dificultades. Para Milei, quizás el mayor paradigma de la incontinencia verbal en la política actual, Kicillof es un “enano diabólico”, Larreta un “pedazo asqueroso de m…”, Fernando Iglesias, un “estúpido, idiota”, el gabinete económico de Mauricio Macri una “torre de estiércol” (8). ¿Gobernaría acaso acudiendo a su diccionario de insultos o estará dispuesto a conversar con alguien que no coincida con sus cerradísimas ideas? La aventura puede costar cara, posiblemente demasiado, y habría que recordar que siempre se puede estar peor. 

Pero, ¿qué pasó con los partidos tradicionales y con los políticos “profesionales”? Solo se pueden entretejer algunas hipótesis. Como es sabido, los candidatos del PRO, a la sazón representantes de JxC, no convencieron del todo a la ciudadanía. Aunque Bullrich se haya impuesto a un descascarado Rodríguez Larreta, sus propuestas de “sometimiento o conflicto” (9) y “si no es todo, es nada” (10), no calaron hondo entre los votantes o, en todo caso, ellos encontraron esos principios mejor defendidos en la retórica del libertario, con quien nadie, excepto Juan Grabois, podría competir en igualdad de condiciones como fiel exponente del fundamentalismo ideológico y la verborragia incendiaria. Entender qué pasó con Larreta, se presenta difícil, pero la artificialidad de sus posturas y alocuciones, visiblemente sobrecouchedas, puede tener algo –aunque, por supuesto, no todo– que ver. Su auto enunciada voluntad conciliadora y, al mismo tiempo, la conformación de la fórmula junto al gobernador de Jujuy, en cuya provincia se produjeron hechos de violenta represión no del todo aclarados, pudieron haberse trasmitido como una sugestiva contradicción. El radicalismo quedó maltrecho y con una imagen que tendrá el desafío de reconstruir de cara a la sociedad; además, tendrá que repensar sus posicionamientos y conductas, porque su estructura y territorialidad no le sirvieron de mucho a Larreta, lo que conduce a pensar que los mismos radicales no están respondiendo a las decisiones de su dirigencia. De Massa, no se justifica decir demasiado. La economía es un polvorín, la inflación quema, el dólar se dispara. Después de haber dicho que iba a terminar con los “ñoquis de La Campora”, trabaja junto a ellos para ser presidente. Llegó al ministerio de Economía sin plan, sin idea de lo que iba a hacer y sin equipo. Así nos va. Y, con los horrendos resultados conseguidos, quiere ser presidente. Más en broma, no se nos podía tomar. La gente no confía más en él. 

Es un error conceptual creer que el electorado argentino se corrió a la derecha, porque no tiene ningún contacto con la realidad suponer que los votantes en general piensan prioritariamente en términos de categorizaciones ideológicas de derecha o izquierda. Al menos eso no es lo que demuestran los datos de todos los días, que, de lo que sí hablan, es de una sociedad agotada por la crisis económica, cansada del delito y fatigada de corrupción. Milei no obtuvo la cantidad de votos de la que fuimos testigos porque el electorado haya dado un giro a la derecha, como no perdió Macri en 2019 porque la gente migró a la izquierda. Lo que la gente quiere es en todo caso manifestar su repudio a una clase dirigente incapaz, petulante, que no retrocede ante su impericia, sin logros aparentes y, en importante medida, corrupta. Por eso prendió fuerte el discurso anticasta, aunque lo que pueda venir sea peor que lo que ya tenemos. Si se suman el 31% del ausentismo a las urnas más el 30% que obtuvo Milei, se puede ver que más del 60 % de los argentinos le dio la espalda a JxC como vehículo para expresar su disgusto con el gobierno. 

¿Qué representa Milei, además de bronca? Posiblemente una forma de esperanza, algo difuso, difícil de avizorar, imposible de definir. Menem prometía “salariazo” y “revolución productiva”. Milei anticipa terminar con “la casta” e instaurar la “dolarización”, es decir, acabar con los “políticos de siempre” y con nuestra moneda. Aquella de los ’90 era en todo caso una apuesta tendiente a la obtención de cosas, mientras esta tiende a la anulación de cosas. Pero, aunque con propuestas diferentes, Milei se mira en el espejo del riojano y lo define como el mejor presidente de la historia (11). Durante los primeros años del menemismo, admirados por Milei, la pobreza saltó del 19% en 1990 –después de desatarse unos de los procesos inflacionarios más salvajes– a más del 35% en 1995, con gran parte del país aplaudiendo la “bonanza” económica. La tasa de desempleo en mayo de 1991 era del 6,9%, y del 17.5% en 1995 (12). Ya lejos Menem del gobierno, todo se derrumbó como un castillo de naipes. Aquellos de la convertibilidad son los años idealizados por Milei. 

Tal vez muchos de los votantes del libertario, adivinaron en sus airadas propuestas, las semillas de un sueño colectivo, aunque el mismo se reduzca a terminar con la clase dirigente responsable de la decadencia nacional y a dinamitar el Banco Central, y a pesar de que no se comprenda muy bien qué es lo que se edificará sobre las ruinas de lo que vaya quedando en pie. 

 

Notas

m INDEC. Instituto Nacional de Estadísticas y Censos. Pobreza. 

https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel3-Tema-4-46 

m UNICEF, Argentina. 15 de febrero de 2023. Dos de cada tres niñas y niños en Argentina son pobres o están privados de derechos básicos. https://www.unicef.org/argentina/comunicados-prensa/dos-de-cada-tres-ninias-y-ninios-enargentina-son-pobres-o-estan-privados-de 

m La Nación. 9 de marzo de 2023. Causa Vialidad: difundieron los fundamentos de la condena a Cristina Kirchner a seis años de prisión e inhabilitación de cargos públicos. https://www.lanacion.com.ar/politica/difunden-las-razones-de-la-condena-a-cristina-kirchnera-seis-anos-de-prision-e-inhabilitacion-para-

nid09032023/?gclid=EAIaIQobChMIl_CouKfigAMVji2tBh2h2ACFEAAYAiAAEgIWz_D_BwE 

m Jujuy Dice. 2 de junio de 2023. Capital nacional del nepotismo. Gerardo Morales, el gobernador con más familiares en cargos públicos del país. https://www.jujuydice.com.ar/noticias/politica-1/gerardo-morales-el-gobernador-con-masfamiliares-en-cargos-publicos-del-pais-53437 

m Diputados, Argentina. Listado de diputados por bloques. 

https://www.diputados.gov.ar/diputados/diputadosPorBloque.html
m 6. Wikipedia. La Libertad Avanza. 

https://es.wikipedia.org/wiki/La_Libertad_Avanza#Partidos_integrantes 

m Perfil. Milei afirmó que privatizará el Conicet: “¿Qué productividad tienen? ¿Qué han generado los científicos?”. 16 de agosto de 2023. 

https://www.perfil.com/noticias/politica/javier-milei-afirmo-que-privatizara-el-conicet-losministerios-que-sacara-y-nombres-gabinete.phtml 

m Perfil. El increíble ranking de insultos de Javier Milei. 17 de enero de 2022. 

https://www.perfil.com/noticias/politica/el-increible-ranking-de-insultos-de-javier-milei.phtml 

m 9. YouTube. Patricia Bullrich: “La Argentina de hoy es crueldad”. Odisea Argentina. La Nación +. 

Conducción: Carlos Pagni, minuto 9. 

https://www.youtube.com/watch?v=dotHjpeNixQ 

m YouTube. El spot de Patricia Bullrich: “Si no es todo, es nada”. 

https://www.youtube.com/watch?v=C_DlKrTHoTo 

m INFOBAE. Javier Milei: “Menem fue el mejor presidente de toda la historia”. 4 de agosto de 2020. 

https://www.infobae.com/politica/2020/08/04/javier-milei-menem-fue-el-mejor-presidentede-toda-la-historia/ 

m Todo Noticias. Crisis de 2001: qué fue la Convertibilidad y por qué derivó en el colapso económico. 18 de diciembre de 2021. 

https://tn.com.ar/economia/2021/12/18/crisis-de-2001-que-fue-la-convertibilidad-y-por-quederivo-en-el-colapso-economico/