Una cadena de absurdos protagonizo la prefectura nacional. Identificaron un barco chino pescando ilegalmente e hicieron uso de una rara mano dura naval: abrieron fuego durante cuatro días pero no impidieron que los chinos se lleven los calamares.

Habría sido mejor no ventilar los hechos que ocurrieron el 29 de febrero pasado pero reciñen hoy se conoce a través del diario Clarín. Y hubiera sido mejor no promocionarlo porque deja muy mal parados a los heroicos miembros de la Prefactura nacional.

Resulta que un buque chino identificado como “Hua Li 8” perteneciente a una flota de origen chino, pescaba calamares dentro de la Zona Económica Exclusiva Argentina pero terminó escapando.

El caso quedo en manos del Juzgado Federal de Primera Instancia de Comodoro Rivadavia a cargo de la jueza Eva Parcio, que pidió la captura internacional del buque. La  misma Parcio contó a Clarín lo sucedido: “En un momento, y tras las advertencias, las lanchas de prefectura intentaron encerrarlo pero el buque chino siguió avanzando y las embarcaciones debieron correrse para evitar un verdadero desastre en el mar”

Tras todo ello y pese a las advertencias por radio, la tripulación china apagó las luces y huyó hacia afuera de las 200 millas de restricción. Fue entonces, cuando ya el blanco no estaba a la vista, cuando los guardacostas tuvieron que recurrir a “disparos intimidatorios”. De nada sirvió porque el buque huyó hacia aguas uruguayas pero después volvió a ingresar a aguas argentinas con la radio y las luces apagadas. “Eso ocurrió alrededor del 3 de marzo y representó un gran peligro para otras embarcaciones”, dijo Parcio. El jefe de las Fuerzas de Mar uruguayo, Jorge Jaunsolo, confirmó a su vez la huida del pesquero.

En un comunicado, Prefectura detalló que en caso de que los pesqueros en infracción no depongan su actitud –tal como ocurrió en este caso- se efectúan disparos intimidatorios no dirigidos al buque, cumpliendo con la misión especial de preservar los recursos pesqueros del país, acorde a normas internacionales vigentes pero con la premisa fundamental de la preservación de la vida humana”.

Ahora se pidió la captura internacional del buque que, se supo, partió de un puerto chino hace más de un mes. También se supo que el barco estaba pescando calamares (es uno de los denominados barcos poteros) pero no figuraba en la lista de los autorizados por las autoridades del ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

La jueza Parcio aclaró el peligro que representó la persecución debido a  la actitud del potero extranjero: “Las lanchas de  prefectura son más rápidas, llegaron enseguida. Pero el barco chino no se detuvo en un momento en una clara actitud de rebeldía”.

El recurso del calamar es muy buscado por los buques de bandera extranjera, sobre todo los chinos. Y abunda en el Mar Argentino. Por eso muchas veces se ubican en la milla 201, es decir fuera de nuestras aguas. Se han detectado hasta cien barcos.