En una Salta que decidió tolerar la impunidad como forma de vida, llegó nomás el otro acuerdo para Fabián Vittar pese a que nadie sabe a donde fueron a parar los 100 millones del expediente digital.
La renovación del acuerdo ya era mucho. Seis años más de regalo, que sumarán dieciocho en total, allá por el 2026. El proceso de postulación pública comenzó con los plazos vencidos. Y ya dijimos que Martín “el mono” Plaza era el número puesto. Sumemos la certeza de que los 100 palos no están y no aparecen por ningún lado.
A esto, se suma esta semana el descaro del anuncio mediático de que el expediente digital estará funcionando a full a fin de año, publicado en el diario de Juan Romero y en la FM del Carnero, justamente. Aquí no importan los odios y enfrentamientos, porque pauta mata aversión, así como Néstor decía que billetera mata galán.
Ya pasó el temor de quedar en la calle, como sucedió allá por 2014 cuando atosigaba telefónicamente hasta a la secretaria privadísima del entonces gobernador Juan Urtubey. Recién había cantado el gallo, y por eso la dama le preguntaba si se había muerto alguien que llamaba a un horario tan inconveniente. La respuesta que sólo quería pedirle que no se olvide de hacerle acordar a su jefe del “acuerdo”. Seis años después, la misma adrenalina haciéndolo descender hasta el mismísimo infierno por idéntico pedido.
Lo peor (no para él, sino para el sistema judicial salteño) es que nuevamente lo consiguió. Y fue así que de lo más campante y con la embriaguez que provocan los logros inmerecidos, salió con total desparpajo a revoléar los ojos a asegurar lo irrealizable. Las declaraciones del ratificado juez, hizo a algunos recordar cuando Carlos Menem por entonces Presidente, anunció desde una de las zonas más pobres de América del Sur, como lo es Santa Victoria Este, que un cohete llegaría de Buenos Aires a Kyoto en media hora.
Lo cierto es que con el mismo desparpajo del “Turco” aquella vez, Vittar se animó muy sueltito de cuerpo a asegurar que dictó 17.000 sentencias en once años, una especie de Clark Kent de la justicia, un verdadero súperman del derecho. Aferrádisimo al miente, miente que algo queda. Algo comparable con las 2 mil toneladas de cacharro levantadas por el gobierno de la intendenta Titi Romero.
Pero como el reconfirmado estaba embalado en la entrevista, se le dio por anunciar la creación de “numerosos juzgados multifueros en materia de violencia de género”. Los memoriosos recordarán una visita que provocó el desagrado y hasta la furia de la jueza suprema Elena Highton, al ingresar a la Oficina de Violencia Familiar de la Corte, la famosa OVID, y según sus propias palabras, la encontró prácticamente desmantelada. En esa ocasión, el propio Vittar intentó poner paños fríos, pero la oficina en cuestión, nunca más mejoró.
Pero como no hay dos sin tres, un Vittar envalentonado reconoció por primera vez en público, lo que veníamos diciendo: que le giraron 36 palitos desde el Ministerio de Justicia para el expediente digital. Obviamente nunca se dijo sobre ingresó esa suma al Poder Judicial; ni si pasó por la Auditoría General de la Provincia; ni menos, los detalles de lo gastado. Nada de nada.
Pero eso si, ahora la esperada digitalización no será para todo el Poder Judicial, sino para un solo juzgado desde el próximo martes. ¿Cómo? Lo que están leyendo. Uno solo y encima lo bautizó: “Expediente Digital Nativo”. Capaz hubiese sido mejor que le pusiera de nombre “Originario”, pero no: “Nativo”. La pregunta es: ¿será que la empresa UNITECH famosa por algunas travesuras en sus licitaciones ganadas inescrupulosamente quedó al margen?
Pero nada de eso le preguntaron y por supuesto, el tampoco las explicó. Y es que en esta Salta de la impunidad, pedir que se rinda cuentas sobre el destino que se le dió a un monto de tantas cifras, más que un problema causa enojo. A modo de ejemplo, no olvidarse de Prado, el ex intendente de Aguaray, a quien defendían por su buena gestión, y que además de apropiarse de 36 kilómetros de caños (que allá le dicen cubanitos, porque parece que iban rellenos de pichi) de un valor de 5000 dólares cada uno, se quedó con todos los vueltos.
Todos, de todas partes lo protefieron para que no rinda cuentas. Para colmo de males, la injusticia federal acaba de estrenar fiscal regional a toda pompa, pero eso sí, de investigar ni hablar. Por ahora cualquier enunciado o proyecto Anticorrupción, sigue siendo un pretexto discursivo más, de quienes detentan el poder, los más favorecidos con la impunidad que a sus anchas, campea en nuestra provincia.