Además del dinero que recibe por convenios, el médico ha sido el nexo para que el Gobierno de la Provincia elaborara junto a Microsoft un software para prevenir embarazos adolescentes. En sus algoritmos, el disparate informático deja entrever estigmatización y aporofobia. (Milcíades)

Las declaraciones de Abel Albino en el plenario que se lleva adelante en la cámara de senadores nacionales por el debate respecto a la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), desencadenaron una caterva de repudios, comunicados y declaraciones durante esta semana. Las observaciones de Albino no pueden separarse de las relaciones que tiene con el Estado nacional y en particular con la provincia de Salta. El Gobierno nacional a través del Ministerio de Desarrollo Social, Secretaría Nacional de Niñez Adolescencia y Familia, Ministerio de Salud y Ministerio de Educación, ha rubricado un Convenio Marco con la Fundación CONIN. Este convenio implicó un desembolso millonario para financiar las labores que tendrían por objeto “mejorar las condiciones de educabilidad de alumnos de nivel inicial de 3 a 5 años, con el objetivo de mejorar sus trayectorias escolares y la detección temprana de la desnutrición”.

En el informe solicitado por la Cámara de Diputados de la Nación a la Jefatura de Gabinete, en marzo de este año, se aclaran de forma general los montos girados. En el año 2016 se desembolsaron unos 9.520.720 pesos, en 2017 fueron 52.656.187,80 y mientras tanto estiman para el presente año transferir a las cuentas de la ONG $ 14.861.885,74.

Los detalles contables sobre el destino efectivo del financiamiento no se conocen, por lo menos oficialmente. En 2016, cuando se anunciaban los acuerdos, el diario Página 12 daba a conocer que “el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación se limitará únicamente a financiar a la fundación, sin intervenir en la metodología de trabajo, que quedará en manos de la ONG. El Estado tampoco participará en la capacitación de los profesionales que se desempeñen en los centros de primer infancia ni realizará auditorías”.

En el caso de Salta, más allá de la poca información oficial y el hermetismo de los funcionarios públicos, desde el Ministerio de la Primera Infancia se estipula por lo menos para el presente año un desembolso equivalente a unos 2.676.360 pesos, desglosados en aportes mensuales de 223.030. Desde el año 2013 CONIN es una de las instituciones que asesora al Gobierno provincial para la toma de decisiones en materia de políticas públicas de salud y desnutrición infantil. En este semanario hemos referido en numerosas oportunidades las relaciones de Albino y su ONG con el Opus Dei y el carácter retrogrado y medieval de las premisas tanto filosóficas como metodológicas que fundamentan sus prácticas.

El tratamiento “terapéutico-social” que propone Albino y que expresa manifiestamente en su libro “Gobernar es poblar”, consistiría en “erradicar los males culturales latinoamericanos imitando las virtudes europeas pero no sus vicios”.

Criminal inteligencia artificial

Antes de continuar hay que reseñar otro logro de CONIN. La fundación que preside Albino es junto a Microsoft responsable de la formulación de un software para la evaluación de la natalidad en Salta. Hace apenas unos meses, el gobernador Juan Urtubey declaraba en un programa de televisión que “con la tecnología vos podes prever cinco o seis años antes, con nombre, apellido y domicilio, cuál es la niña que está un 86% predestinada a tener un embarazo adolescente”. Una afirmación que al igual que las de su gurú del Opus Dei en contra del derecho al aborto, desató una caterva de críticas en el arco político y en ámbitos profesionales de la salud.

Una investigación publicada por Nicolás Bercovich y Natalia Suazo, luego de las desafortunadas declaraciones del mandatario provincial, dio a conocer el sesgo racista y prejuicioso de la lógica aplicada al modelo de predicción utilizado en el código de programación del sistema. La prueba piloto sobre la que trabajan CONIN, Microsoft y el Ministerio de la Primera Infancia, con Carlos Abeleira a la cabeza, recoge los siguientes datos sobre mujeres para elaborar su modelo de predicción: edad, barrio de residencia, etnia, país de origen, discapacidad, persona/s con la/s que vive y si abandono o no sus estudios.

Esta información aplicada en un proceso de inteligencia artificial —donde un software es “entrenado” para que elabore hipótesis predictivas a partir de bases de datos— permitiría conocer en detalles qué mujeres salteñas de entre 10 y 19 años podrían quedar embarazadas.

Natalia Suazo relata que “no se les pregunta a esas chicas si alguna vez tomaron anticonceptivos o si alguna vez se les brindó educación sexual. Sería mucho más útil y nos diría más cosas y por lo menos tendríamos un panorama más amplio. Por eso, esto que afirmó Urtubey, de poder tomar decisiones en tiempo real, sin considerar la anticoncepción, nos hace ruido. Tenemos acá un problema de un modelo que fue sesgado, que consideró unas variables y otras variables las dejó de lado. Este modelo lo que hace es asumir que a mayor pobreza, mayores embarazos. Entonces acá llegamos a ver quién está detrás de los datos que se les piden a estas mujeres. Está la Fundación CONIN del doctor Albino. El presidente para Argentina y Uruguay de Microsoft nos relató cómo están trabajando con la fundación junto a sus voluntarios, encargados de recabar la información”.

Desde el año 2013 CONIN es una de las instituciones que asesora al Gobierno provincial para la toma de decisiones en materia de políticas públicas de salud y desnutrición infantil.

A la semana siguiente de las declaraciones de Urtubey y al mismo tiempo que se conocía el informe de Suazo y Bercovich, el equipo técnico del laboratorio de Inteligencia Artificial de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA emitió un comunicado donde dieron a conocer las importantes falencias del modelo predictivo “marca CONIN”.

Tras una reunión especial en el Laboratorio de Inteligencia Artificial Aplicada de la UBA señalaron en las conclusiones de su informe, entre otros aspectos, que “tanto los problemas metodológicos como los datos poco confiables plantean el riesgo de llevar a tomar decisiones incorrectas a los responsables de políticas públicas. Este caso es un ejemplo de los peligros de utilizar los resultados de una computadora como una verdad revelada. Las técnicas de inteligencia artificial son poderosas y demandan responsabilidad por parte de quienes las emplean. En campos interdisciplinarios como éste, no debe perderse de vista que son sólo una herramienta más, que debe complementarse con otras, y de ningún modo reemplazan el conocimiento o la inteligencia de un experto, especialmente en campos que tienen injerencia directa en temas de salud pública y de sectores vulnerables”.

Ninguno de los profesionales de la UBA se pudo explicar por qué razón terrenal los encargados de desarrollar el modelo no solicitaron a cualquiera de las diversas instituciones argentinas especializadas en el tema ayuda para tomar muestras menos sesgadas.

Doctrina Albino

Para cerrar, reseñemos parte de una publicación de octubre de 2015 de Cuarto Poder titulada “La desnutrición infantil mística”. Para el doctor mendocino siendo Argentina un país que produce alimentos para 400 millones de personas, desde el punto de vista de la medicina social no hay hambre sino una enfermedad que no tiene connotaciones físicas sino culturales y éticas y una de las principales es “la desvirtuación de la sexualidad, deformación que incita a desarrollar, de modo animal, una desenfrenada libertad sexual fuera de todo marco”.

El tratamiento “terapéutico-social” que propone Albino y que expresa manifiestamente en su libro “Gobernar es poblar”, consistiría en “erradicar los males culturales latinoamericanos imitando las virtudes europeas pero no sus vicios”. Por virtudes europeas deben entenderse “el republicanismo e institucionalismo de las supuestas democracias serias del primer mundo que en nada se parecen a los gobiernos latinoamericanos asociados a la corrupción, el populismo, el asistencialismo o el clientelismo; mientras que por vicios europeos deben entenderse las políticas de control de la natalidad”.

Bajo esta premisa Albino considera que el Estado aplica políticas para “asistir la fornicación”. Aquí vale traer a colación el subtítulo de su obra “teórica”: “¿Paternidad responsable o fornicación asistida?”. En concreto, para nuestro pediatra de las cavernas esta “fornicación asistida” es estimulada por la distribución masiva y gratuita de profilácticos, la promoción de dispositivos intrauterinos, ligaduras de trompas o vasectomías a las que califica como “mutilaciones genitales”, reparto de píldoras anticonceptivas a las que define como “anticoncepción tóxica”, o la promoción de abortos no punibles. Con este acotado repaso sobre algunas concepciones del director y fundador de CONIN consideramos que se echa luz sobre los fundamentos de la lógica aplicada al desarrollo de la inteligencia artificial utilizada por el Gobierno de la Provincia desde su Ministerio de la Primera Infancia.