Para las consultoras privadas, la inflación de octubre fue del 2,7%. El incremento se basó en las subas del gas y las prepagas; se prevé que en noviembre gire en torno del 2% y que el año culmine cerca del 40 por ciento.

La inflación de octubre terminó en torno del 2,7% y cerrará el año cerca del 40%, según las consultoras que miden los precios al consumidor.

Los economistas afirmaron que la fuerte suba se basó en el aumento de la tarifa del gas y la medicina prepaga. En tanto, para noviembre se prevé una inflación menor, en torno del 2%, por el aumento en los taxis, la nafta y el subte, entre otros factores, que sumarán el 0,5 por ciento.

Para el gobierno porteño, el número fue similar: arriba del 2,5% el IPC general (por una suba del 1% en el gas) y en torno del 1,6% la inflación núcleo.

Camilo Tiscornia de C&T dijo que midieron un alza del 2,7%, pero aclaró que sin la subas del gas, habría arrojado un incremento del 1,2 por ciento. En tanto, afirmó que los alimentos subieron solamente el 0,5 por ciento, gracias a la baja en el rubro de las verduras.

El año, aseguró, terminará en torno del 37 por ciento. Y para el año próximo «la próxima clave son las paritarias, porque nadie prevé una gran devaluación el año próximo y la suba de tarifas será mucho más moderada que la de este año», concluyó.

Luciano Cohan, economista jefe de Elypsis, afirmó que relevaron un incremento del 2,7% en la ciudad de Buenos Aires y el 2,2% en el área metropolitana. Y la inflación núcleo en la ciudad, arrojó una suba del 1,9 por ciento.

En el caso de los alimentos, la suba fue del 1,5 por ciento, según Elypsis. Para el año, la firma prevé un 40% de inflación para la ciudad. «La tendencia es buena, porque en el segundo semestre la inflación llegaría al 20 por ciento anualizado», indicó.

Para el año próximo, Cohan dijo que a priori «no se cumplirá la pauta del 17 por ciento por la suba de precios regulados».

Ivan Cachanosky, analista de Economía & Regiones, afirmó que cerraron con un incremento del 3% a nivel general y del 2% en los alimentos, mientras que la inflación núcleo llegó al 2,2 por ciento. Para el año, prevén una suba de precios del 41%, mientras que apuestan a que se cumplirá la meta del 17 por ciento el próximo.

«Aun cuando los precios reboten por el crecimiento económico, el apretón monetario es fuerte», expresó.

Fausto Sportono, economista jefe del estudio Ferreres, precisó que cerraron la suba en el 2,7 por ciento y que noviembre se ubicaría por debajo del 2 por ciento, por lo que el año culminará con un incremento del 40,4 por ciento.

Para el año próximo, Ferreres prevé un piso del 20 por ciento, «pero sin suba de tarifas ni paritarias», aclaró Spotorno.

En tanto, Pablo Goldín, economista de Macroview, explicó que -al no contabilizar como otras consultoras la suba del gas en forma completa este mes- sellaron la suba del IPC de octubre en el 1,7 por ciento. En el caso de alimentos, cerró en torno del 1,8 por ciento, perforando el promedio del 2% de los últimos meses. «En los próximos meses lo que se jugará es el trade-off entre la inflación y el crecimiento: si el Banco Central puede mantener su estrategia, se demorará el crecimiento», concluyó.

Fuente: La Nación