Un nuevo informe de la auditoría resume el estado en que el gobierno de Salta re estatizó el Hospital Materno Infantil, que hasta hace poco estaba en mano de la española Santa Tecla.  Las irregularidades podrían haberse detectado mucho antes. (Julio Quiroga)

Los datos que se presentan a continuación no son menores. Es decir, detrás de cada irregularidad hay historias de vida: precarización laboral, chicos que no reciben el mejor tratamiento, familias que se destruyen porque faltan insumos o un médico explotado cometiendo un error que se ha llevado una vida.

La auditoría no es lo minuciosa que podría ser. Los investigadores se concentran principalmente en el aspecto financiero entre enero y junio de 2012. El traspaso, sin embargo, se había llevado a cabo antes. El  23 de Setiembre del 2010, el Ministerio de Salud Pública mediante la Resolución Nº 1751, aprobó el Acta Acuerdo rescindiendo el Convenio de Concesión para el Gerenciamiento del Hospital Público Materno Infantil, que desde su inauguración, y hasta aquel momento, era ejercido por la Fundación Argentina Santa Tecla.

“Antes de la creación de la Sociedad del Estado y desde su inauguración el Hospital fue gerenciado por entidades privadas, las que no aplicaban las leyes y procedimientos administrativos que exigen este tipo de instrumentos. Por tal motivo, nunca hubo una planta de cargos y cobertura, ni de Acto Administrativo que la apruebe. Actualmente, se está trabajando en forma conjunta con el  Ministerio de Salud para la regularización de este punto, ya que la planta de personal del Hospital está conformada por numerosos y diversos grupos de agentes que se han ido incorporando en cada etapa de la vida institucional sin que se haya consolidado en un único instrumento”, enfatiza la auditoría, resaltando algo que ya había hecho el primer mandatario salteño.

El anuncio realizado por Juan Manuel Urtubey sonaba a un gran logro: lo privado volvía a manos del Estado. Pero en el fondo sólo se le quitó el volante a una empresa que priorizaba, con cierta inoperancia, el dinero a la salud de los salteños, y se lo pasaron a un estado, que también aprovechó para hacer negocios, sin valorizar la salud de los salteños.

La auditoría no dice muchas de estas cosas. Sí expresa, con cierta superficialidad, que no hay control interno. Es decir, hay licencia para afanar.

Si bien la auditoría reconoce que “El Hospital, a partir de la creación de la sociedad del Estado, se rige por la Ley 6838 y su reglamentación en todo lo referido a contrataciones de bienes y servicios; antes de eso, se manejaba con normas definidas por su gerenciador privado”, también reconoce que no hubo cambios en los procedimientos, salvo, lo expresado en el punto precedente. Con relación a los funcionarios, expresan que tampoco hubo cambios en el período bajo análisis.

En realidad, lo que los auditores encontraron fue la falta de cambios. Encontraron además muchas ausencias: no hay estadísticas relativas a compras de medicamentos, material descartable. Tampoco hay Libros Banco y los resúmenes de cuentas corrientes. Las actuales autoridades expresaron que el sistema informático de gestión del hospital no posee un Módulo de Conciliaciones Bancarias, por lo cual, las mismas se realizan en formato de Excel (es decir, un chiste que podría manejar un alumno de secundario).

El hospital ni siquiera cuenta con un organigrama bien confeccionado para poder deslindar responsabilidades.

Desde luego los faltantes de dinero no faltan. Se verificó una diferencia de $ 80.005  entre lo registrado como Ejecución Acumulada en el Rubro Plan Nacer al 30/06/2012, y el monto obtenido de las acreditaciones bancarias correspondientes al mismo concepto, en la cuenta corriente del Banco Macro.

El mayor dinero, como de costumbre, estuvo en las contrataciones a empresas sospechosas: “En las contrataciones de Gefamed SRL, Viobal SRL, MAS SRL, y RBA, no consta el legajo de contratación correspondiente, lo cual lesiona lo reglado por la Ley 5348 (Procedimiento Administrativo), Art. 37 (Obligación de escritura en las actuaciones), y Capítulo V”, dice el informe.

Empresas fantasmas, ganancias fantasmas y la salud, bien gracias.