La falta de mando del ministro de Seguridad está dejando a la policía a la deriva. El flamante Jefe de la Fuerza Policial, hace malabares para cumplir con las metas fijadas. El hallazgo de un cadáver advertido en el mes de noviembre, desnuda una realidad que puede ser muy peligrosa.

A más de un año de gestión el controvertido ministro Juan Manuel Pulleiro no ha logrado dar una nota de distinción en cuanto a políticas en materia de Seguridad que distinga este gobierno, del anterior. Con un funcionario a la cabeza que suele estar presente para el registro fotográfico en cada ocasión que requiera el conocimiento de la ciudadanía, y si es posible bien cerca del gobernador, no asoma ninguna planificación a mediano o largo plazo para solucionar los problemas cotidianos de los vecinos. Mucho menos problemáticas arraigados en nuestra provincia, como la aparición periódica de personas fallecidas por uno u otro motivo.

Si los hecho a los que referimos puede ser o no prevenibles, es otro cantar, pero encontrar un cadáver en febrero, luego de que una llamada telefónica advirtiera su existencia en el mes de noviembre, da cuenta de una anomia preocupante para abordar un tema tan sensible para los salteños que, con casos como los de las turistas francesas, Cintia Fernández, Lujan y Yanina, o Jimena Salas, sólo esperan que en la actual gestión el panorama cambie y Salta deje de ser una zona liberada.

Cada vez es mas fuerte la versión de que los celos de Pulleiro hacia la figura del nuevo Jefe de Policía José Ibarra, está provocando una serie de desinteligencias que si no son advertidas a tiempo, traerán oscuras consecuencias. El continuo bloqueo del ministro de Seguridad a las políticas que intenta llevar adelante Ibarra, son cada día más evidentes. Dicen que el militar no quiere a nadie que le pueda hacer sombra y opacar su álbum fotográfico junto al gobernador.

Un cadáver encontrado dos meses después

La Fiscal Ana Inés Salinas Odorissio investiga el hallazgo de una persona sin vida en el lecho del río que circula detrás del camping de Campo Quijano. Precisamente desde ese lugar, en el mes de noviembre se habrían comunicado telefónicamente con la comisaría para denunciar el hallazgo, pero nada se hizo para llegar a un buen resultado.

En el día de ayer, una nueva comunicación, puso en alerta a las fuerzas policiales que esta vez si encontraron el cadáver flotando en el río (dos meses después).  Luego de la actuación de la funcionaria judicial, y los peritos, se enviaron los restos óseos a la morgue, fin de intentar determinar su identidad. En igual tarea, se encuentran los Investigadores del CIF.