Referente feminista nacional y candidata al Parlasur, Cecilia Merchán, visitó Salta y habló con Cuarto Poder sobre los obstáculos provinciales a los abortos no punibles; manifestó que gobernadores como Urtubey incumplen la ley en nombre de creencias supuestamente superiores pero que son sólo personales. (Andrea Sz)

La exdiputada Nacional, candidata al Parlamento del Mercosur y actual coordinadora del Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas, Cecilia Merchán, visitó Salta la semana pasada y fue recibida por la vicepresidenta del Concejo Deliberante, Frida Fonseca. En la reunión repasaron la temática de la trata de personas tanto en Salta como a nivel país. Participó del encuentro la directora de la Diversidad municipal, Victoria Liendro; y en la tarde noche del viernes pasado la referente feminista formó parte de un panel organizado por el Ateneo Arturo Jauretche de nuestra ciudad, donde se repasaron los avances en cuanto a políticas de género durante la última década.

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Cecilia, conocida como “Checha”, es una referente histórica de la lucha por los derechos femeninos y conduce la corriente La Colectiva que desde el 2011 a la fecha logró abrir sede partidaria en varias provincias del país. Merchán, como diputada nacional, fue quien presentó el primer proyecto de ley para que se incorpore en el Código Penal la figura de homicidio agravado por violencia de género. Y aunque en aquel entonces ningún diputado nacional acompañó la iniciativa, en 2012 ese proyecto fue aprobado por unanimidad en el Congreso.

Al referirse a los altos índices de femicidios que posee nuestra provincia, Cecilia reflexionó: “Salta y Córdoba son dos de las provincias con altos índices de femicidios, yo creo que en todo el país hay como una cultura machista generalizada, lo que si hay que ver es que en algunas provincias específicamente se da con más fuerza o todavía hay ocultamiento en algunos sectores. En mi provincia (Córdoba) en algunos lugares del norte, se oculta la violencia, tanto por la mujer que está siendo violentada como por el conjunto de la sociedad. Me parece que hay algunas condiciones culturales más conservadoras o de los sectores más conservadores de la iglesia en algunas ciudades, en Salta puede que esté ocurriendo algo de estas características. Igualmente a mí no me gusta decir ‘acá es peor que en otra provincia’, porque la verdad que lo que se ve y se vive es terrible en todos lados. En Buenos Aires mataron a una mujer en una confitería a cuchillazos delante de todos. Me parece que hay que relativizar la idea de que ‘acá es peor’ sabemos sí, que hay condiciones de machismo más notable y más evidentes en algunas provincias”.

Cecilia menciona que en Salta la particularidad saliente es que los sectores reaccionarios aparecen con mucho más fuerza y que eso se vio reflejado el año pasado cuando se realizó el Encuentro Nacional de Mujeres: “Si bien aquí se da esta particularidad, pasó lo mismo en San Juan, en Mendoza, en Tucumán. En el Encuentro en Salta había cosas muy llamativas, te subías a un taxi, hablabas con algún salteño y todos estaban muy influenciados por lo que los medios hegemónicos de comunicación planteaban. ¿A qué veníamos? O inmediatamente sacaban el tema del aborto como tema central. Muchos decían que estaban atemorizados y al final no pasó nada”.

Fuera de la ley

“La salud de las mujeres no es pecado ni delito”, la actividad así llamada fue organizada junto al Colectivo de Mujeres Juana Azurduy cuando Cecilia Merchán aún era diputada. En aquella oportunidad en el Congreso nacional representantes de distintas iglesias expresaron su apoyo a la legalización y despenalización del aborto. Esa experiencia que sirvió para que referentes de diferentes organizaciones debatieran sobre la clandestinidad de esa práctica que involucra un problema de salud pública, muestra para Merchán que el aborto es un tema que atraviesa, corta y cruza todos los sectores políticos.

“Dentro de este proyecto nacional y popular no somos todos los mismos. Como en muchas organizaciones políticas, dentro de nuestro espacio hay sectores conservadores que si bien se identifican con algunas partes de este proyecto o con algunos elementos, con otros no”, mencionó la candidata y agregó “El fallo de la Corte en 2012 sobre el aborto no punible que se da en abstracto ocurre porque hay un repudio de la sociedad en los casos de niñas violadas al que no se les permitía el acceso a un aborto legal. Ese es el avance, porque hay una sociedad que ya no puede seguir soportando eso”.

Además se refirió a las restricciones que ponen las provincias en el derecho a un aborto no punible, tal es el caso de Salta: “El ministro anterior de salud, Manzur, tenía un pensamiento muy parecido al de Urtubey, por lo tanto no movilizaba nada de lo que tenía que ver con protocolos de aborto no punible. El nuevo ministro, Gustavo Gollan, que tiene una visión sanitarista además de adaptar a la ley los procedimientos internos de salud impulsó una actualización del protocolo para que todas las provincias adhieran, pero esto no ocurre en Salta; en Mendoza que es del mismo signo político tampoco. Estos gobernadores están fuera de la ley y sin embargo lo hacen en el nombre de sus propias creencias, de creencias superiores que solamente son creencias de personas.  Nosotros tenemos que dar este debate abiertamente dentro de nuestro espacio político y dentro de todos los demás espacios”.

De botones y refugios

Con respecto a las medidas contempladas dentro de la declaración de emergencia en violencia de género en Salta -botones antipáticos y refugios para mujeres- Merchán manifestó: “Los botones antipático están buenos en términos generales pero es tan complejo el asunto, tiene tantas aristas la violencia hacia las mujeres que no hay una medida salvadora, entonces después es complejo cuando no funciona una parte de esa medida decir que toda la medida no funciona. Yo creo que lo que tiene el botón anti pánico como importante -y lo he visto en muchas mujeres víctimas- es que permite vivir con cierta tranquilidad y con cierta posibilidad de movimiento a mujeres a las que no les era posible movilizarse. Y por supuesto que también hay mujeres que les pasa que tienen el botón antipánico y no llaman a pesar de recibir amenazas y siguen con un enganche que tiene que ver con los círculos de la violencia. Hay otro punto, conozco una mujer que tiene el botón anti pánico, que me decía que tiene un ex marido que ejerce una violencia psicológica sostenida y ella hace denuncias pero él sigue libre. Ella tiene el botón que le da cierta tranquilidad pero si se mueve mucho la pierde. Ella vive en Capital Federal y si se va a provincia pierde la custodia y tiene que avisar al 911 que se va a movilizar y cuantas horas se va a ausentar y dice ‘yo sigo privada de mi libertad’ y es cierto, siendo que el hombre no está preso y sigue movilizándose libremente”.

“En cuanto a los refugios no soy muy amante”, señala Cecilia, y sigue “está bueno tenerlos para casos muy extremos pero es una situación de aislamiento de la mujer que está en una situación de riesgo pero que tiene que durar muy poco y está esa idea de que ‘hay que tener un montón de refugios’ ¿y qué? ¿Vamos a llenar la Argentina de refugios?, entonces vamos a vivir todas refugiadas”, enfatiza.

Vidas robadas

Cecilia Merchán coordina actualmente el Comité Ejecutivo para la Lucha contra la Trata y Explotación de Personas creado a través de la Ley 26.842/2012 y conformado en septiembre de 2013. Es un organismo con autonomía funcional coordinado por la Jefatura de Gabinete de Ministros de la Nación que articula las acciones de prevención, sanción y asistencia en materia de Trata de Personas desarrolladas por el  Ministerio de Justicia y Derechos Humanos; el Ministerio de Seguridad, el de Desarrollo Social y el Ministerio de Trabajo, empleo y seguridad social.

Sobre los avances que se han dado al respecto, Merchán menciona: “El avance que hubo en la lucha contra la trata es impresionante y a veces no nos damos cuenta. Hay que tener en cuenta que recién en el 2008 logramos la primera ley contra la trata que fue la primera vez que se convirtió en un delito federal. Antes de eso la sociedad argentina no tenía ni idea de qué hablabas cuando hablábamos de trata. Nosotras que veníamos militando hace un tiempo hablábamos de ‘trata de blancas’, después empezamos a darnos cuenta de que las mujeres no desaparecían porque querían. A partir de la ley se crea en Argentina la Oficina de Rescate; en cada una de las fuerzas federales se crean oficinas de la División de Trata y se empieza a formar a las fuerzas; y se crea una Fiscalía especializada que se llama PROTEX, que antes se llamaba UFASE; se crea un organismo dentro del  Ministerio de Desarrollo Social de asistencia a las víctimas. Todo esto pasa desde ese momento”.

Cecilia hace mención a las diferentes acciones que se han llevado a cabo en todo este tiempo, por ejemplo que se han rescatado 8.500 personas víctimas de trata, y que la mitad de esas víctimas sufrían explotación sexual. “Desde que tuvimos la primera ley empezamos a trabajar para cambiar algunas cosas. Por ejemplo habían problemas con las mujeres mayores de 18 años, en la ley se les exigía que demostraran que no había existido la explotación. En el 2012 cuando se da el fallo vergonzoso del caso de Marita Verón que deja libre a todos los proxenetas y redes de trata se genera un rechazo en la sociedad y se logra que se aprueben las modificaciones a la ley, a partir de allí se crea el Comité Ejecutivo contra la Trata que actualmente coordino”.

Cecilia termina la charla haciendo hincapié en que aún faltan muchas cosas por mejorar, “derechos que vamos a tratar de conquistar hasta el último día de nuestras vidas”, sin embargo menciona: “Si vos nunca ves lo que hiciste, crees que nunca vas a lograr más. Los avances hay que medirlos en tiempos históricos”.