El titular de la Sociedad Rural, Miguel Etchevere, aseguró que fuera de la Capital Federal la gente no come lomo. Así justificó liberar la exportación de cortes caros y que en el país se venda el resto.
“Saliendo de la General Paz, la gente no come lomo”, afirmó ayer el presidente de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere. El empresario buscó con esta frase justificar su pedido para que se libere la exportación de los cortes más caros y se venda en el país el restante de menor calidad. Según la argumentación que Etchevehere brindó en declaraciones radiales, se deberían exportar “los lomos” (carnes de primera calidad), que representan el 20 por ciento del animal y el resto podría venderse en el país a menores precios, ya que los productores se verían más que compensados por lo obtenido con los envíos al exterior. Según expresó, al consumidor argentino que vive fuera del cordón que circunscribe la Capital, no le gusta el lomo porque no tiene grasa. También defendió los actuales precios de la carne: “Por lo que rinde y alimenta, un kilo de carne a 90, 100 o 120 pesos es mucho más que una docena de facturas o una pizza”.
Las declaraciones de Etchevehere tienen lugar en un contexto de fuerte aumento de la carne, que ya se había disparado en diciembre último anticipando una liberalización total de las exportaciones para los cortes más caros. Sólo en ese mes la carne aumentó un 30 por ciento promedio para todos los cortes. En el primer semestre de este año el incremento acumulado fue de 47,5 por ciento respecto de igual período del año pasado, lo que modificó el patrón de consumo. La demanda de carne se redujo en un 7,7 por ciento respecto al año pasado y se trasladó a cortes de cerdo, que son más accesibles, según cifras reveladas por la Cámara de la Industria de la Carne (Ciccra).
En diciembre pasado, el titular de la Sociedad Rural ya había expuesto su teoría de que “a la gente no le gusta el lomo”, por lo cual debería permitirse su exportación. En ese momento, había expresado que se trataba de un corte magro que “sólo lo comen los que están a dieta”, mientras que la “gente sana” prefiere piezas con más grasa. “Si uno quiere un corte fino de la mejor carne del mundo, la tiene que pagar. Así como si uno quiere comer caviar, tomar el mejor vino o champagne y comprarse el mejor auto alemán. Obviamente que hay escala de precios”, había señalado a fines del año pasado.
Etchevehere ahora circunscribe el consumo de carne de primera calidad a la mesa porteña. “La otra vez dije esto y casi se me arma, pero es la verdad: saliendo de la General Paz, la gente no come lomo”, sostuvo en declaraciones radiales vertidas ayer, en las que también afirmó que a los que viven en el campo les gusta “la carne con grasa y con más sabor”. “Si haces 100 kilómetros desde la Capital, el lomo vale igual que la pulpa, e incluso menos”, afirmó el empresario, quien buscó con este ejemplo demostrar que la supuesta falta de demanda por cuestiones de gusto hace bajar el precio. El empresario minimiza así lo que agrega la cadena de comercialización y las diferencias que existen incluso entre sucursales de la misma cadena de hipermercados según el poder adquisitivo de la zona en que están emplazadas.
Sostuvo que debe haber un mecanismo de corte que haga más eficiente la faena. “Sería que esos lomos, que se venden más barato en otros lugares porque la gente no les encuentra el gusto, venderlos donde sí tienen demanda. De esa manera, vendiendo lomo más caro (en el exterior), los cortes más baratos serían todavía más baratos”, dijo el empresario. La lógica de Etchevehere es entonces que a quien sí le guste el lomo, lo pague a precio internacional, como un auto alemán, con la diferencia de que ese corte de carne se produce en la Argentina. “Lo que aspiramos es a exportar el 15 o 20 por ciento del animal y con lo que se gana por esa venta que quede el 80 por ciento restante valores más que accesibles”, insistió.
El empresario se quejó de que durante el gobierno anterior no se haya permitido la exportación. El resultado no fue carne barata en el país sino que se liquidaran más de 10.000 cabezas de ganado por falta de rentabilidad. El titular de la SRA dijo que el sector evidencia confianza en el actual Gobierno, que cumplió con la promesa de reducir y eliminar retenciones al agro. “Eso generó una confianza tan importante que vemos que se va a incrementar considerablemente el área sembrada”, dijo, sin tomar en cuenta que esa eliminación de retenciones estimula la cosecha de granos para su exportación en contra de otros cultivos y de la propia producción de carne.
Fuente: Página 12