En Tartagal, una concejal del oficialismo y una funcionaria del Ministerio Público Fiscal fueron denunciadas y escrachadas, por la hermana mayor de ambas, quien las denunció de vender donaciones que llegaban a la ciudad norteña para las comunidades Wichis.

Según denunció se aprovecharon de su condición, conseguían las donaciones de los distintos gobiernos y de organizaciones nacionales e internacionales sin fines de lucro, supuestamente para ser distribuídas entre las comunidades wichís del norte de la provincia de Salta.

La mujer denunciante, fuera de sí, expresó que estaba cansada de las incalificables actitudes de sus dos hermanas menores y las acusó de vender las donaciones en los comercios y negocios de Villa Saavedra y de utilizarlas para las campañas políticas.