Un juez de Metán Sebastián Fucho ordenó el cese de la protesta de los vecinos de El Galpón que impiden la construcción de una peligrosa planta química en la zona. El tranquerazo resiste y desde el gobierno ya se evalúa el desalojo por la fuerza luego de que Fucho dictaminara el “cese de la turbación de la posesión” (DOM)
Austin Powder tiene muchos súbditos en Salta: como todos los intentos de los políticos, aunque profusos, resultaron en vano, ahora es un juez el elegido para desmantelar la protesta de los vecinos de El Galpón. La resolución se conoció ayer: el juez en lo Correccional y de Garantías de Primera Nominación de Metán, Sebastián Fucho, ordenó el levantamiento del tranquerazo que impide la construcción de esta planta química. Textualmente el parte judicial dice que Fucho instó al “cese de la turbación de la posesión en un predio de la empresa Nitratos”
Con cese de la turbación, Fucho está diciendo que deberá liberarse el paso al predio rural ubicado en el kilómetro 653 de la ruta 16. En la resolución, insiste: los manifestantes “no pueden impedir el acceso de personas de la empresa denunciante, ni a sus dependientes, ni subcontratistas, ni realizar actos que menoscaben el uso y goce pacífico de la propiedad, bajo apercibimiento de ordenarse el inmediato desalojo del lugar”.
En una parte de la resolución, Fucho escribió: “la lucha por el medio ambiente que dicen realizar los denunciados, deberá hacerse dentro de un marco de legalidad adecuado y preexistente”, para lo cual dijo, existen procesos específicos que garantizan derechos fundamentales. Y marcó en este sentido que se permitirá que los manifestantes prosigan de manera pacífica en el lugar de reunión pero con la advertencia que en caso de realizar conductas antijurídicas se ordenará su inmediato desalojo.
La idea de judicializar la protesta ya se estaba llevando a cabo, después del fracaso de los distintos funcionarios municipales y provinciales por imponer la construcción de esta planta química en el lugar.
El aumento de la violencia también se sintió en estas últimas dos semanas. Primero, cuando policías interceptaron a un colectivo que se trasladaba desde El Galpón a Salta Capital para participar de una protesta en la turística plaza 9 de Julio. Fueron interceptados a 3 km del cruce de Gral. Güemes por la policía de la provincia y la policía vial y quedaron detenidos.
Otro hecho de violencia se dio la semana pasada, cuando la policía detuvo a 5 ambientalistas que protestaban contra la instalación de Austin. La detención se produjo después de una serie de denuncias cruzadas.
Primero, los hermanos Viviana y Sebastián Valdez, propietarios de una finca colindante al predio en el que se está instalando la planta Nitratos Austin S.A, denunciaron a ésta por usurpación a la propiedad privada. La propietaria de la Finca Aguas Calientes, sorprendió a operarios de Austin con maquinaria pesada en su terreno en un flagrante acto de invasión e intentó fotografiar el hecho para documentarlo. Pero cuando se presentó hoy junto a su hermano en la Comisaría de El Galpón para hacer la denuncia correspondiente, la policía los detuvo a ellos por una denuncia de la compañía por supuestas amenazas. Luego, otros tres vecinos fueron detenidos en un operativo policial en la tranquera sobre Ruta 16, donde tiene lugar la protesta denominada «tranquerazo», ellos son Martin Orquera, Orlando Orquera y Martin Diasi
Fueron detenidos porque Austin había hecho esta denuncia: dijeron que uno de los gerentes fue perseguido por una camioneta extraña por lo cual se dirigió a la comisaría de El Galpón en donde radicó la denuncia…
Fm 89.9, la radio de Martín Grande, informó respaldando a la empresa: “Austin no sólo despidió a todos los empleados sino también se suspendieron todos los contratos a un valor de más de 15 millones de pesos. Los empresarios y autoridades también se fueron del lugar… Por estos hechos la policía detuvo a tres personas, dos hombres y una mujer de 42 años, a quienes se les secuestró armas de fuego y quedaron a disposición del Juzgado Correccional y de garantía 2º nominación.”
El amague de irse a otra provincia no convenció a nadie y las protestas continuaron. Ahora, el Juez Fucho se hará cargo de ordenar la represión, para que los funcionarios del ejecutivo puedan lavarse las manos.
Las causas de la protesta
La tenacidad de los que protestan no tiene que ver con un fanatismo ambientalista, sino que tiene sus orígenes en el más primordial instinto de supervivencia: Austin es una plata que procesará Nitrato de Amonio, un peligroso químico utilizado en la elaboración de fertilizantes y explosivos.
La contaminación del medio ambiente de por sí es un reparo justo: Los “Autoconvocados en defensa de la Cuenca del Río Juramento” tienen razón en esto: la empresa consumirá mucha agua del río y, al mismo tiempo, puede contaminarlo.
El temor por una posible explosión también está latente: el historial de tragedias relacionadas con plantas que procesan nitrato de amonio es enorme: las explosiones de otras 8 fábricas de distintos países dejaron 920 muertos y 8980 heridos en distintos países del mundo.
La decisión de construir estas fábricas en Latinoamérica tiene que ver, justamente, por esas tragedias en Europa y Estados Unidos. En Toulouse, donde hace unos años una una «desafortunada mezcla» de productos causó una explosión en los almacenes de nitrato de amonio de la fábrica AZF mató a 31 personas y dejó 2.500 heridos.
El caso más reciente se dio cuando el gobierno de Salta ya militaba de manera ferviente, casi fanatizada, a favor de la construcción de la fábrica en la provincia. Sucedió en Texas, donde una planta igual a la que se está instalando en El Galpón estalló y dejó decenas de muertos, 160 heridos y un pueblo literalmente destruido. “Ha sido como una bomba nuclear”, dijo el alcalde de la zona. La explosión provocó un temblor de tierra de 2,1 grados en la escala de Richter, según ha registrado el Servicio Geológico de Estados Unidos y la onda expansiva llegó al kilómetro y medio y devastó todo en los primeros 500 metros cuadrados.
Es porque el Nitrato de Amonio es un químico con un doble uso. Uno, es el de la elaboración de fertilizantes, que beneficiará principalmente a la empresa metanense Nitralco, que además de ser una cerealera vende fertilizantes y pertenece -al menos hasta hace unos meses así era- a Alejandro Urtubey, hermano del gobernador.
El otro uso del Nitrato es la elaboración de explosivos. Se usa en la minería, pero sobre todo lo usan los terroristas. Justamente 300 kilos de Nitrato se utilizaron en el atentado de la Mutual Israelí en Buenos Aires.
El terror de los vecinos de El Galpón está justificado. No quieren vivir con una bomba de tiempo al lado. Ningún fallo judicial logrará amedrentarlos. Estas personas no van a dejar el lugar simplemente por la existencia de un fallo judicial. La pregunta ahora es si el gobierno de Juan Manuel Urtubey realmente está preparado para dar el último paso con el que amaga: la represión.