Cuando hay un vocación de poder, alguien lo toma. Eso, en parte, explica lo que pasó en el Frente de Todos: no tienen un líder. Peor: quien intenta ejercer ese rol ya defraudó a los integrantes de ese Frente y le pagaron con la misma moneda.
La decisión de Kolina, Unidad Popular, el Frente Grande y el Partido del Trabajo y el Pueblo de conformar el Frente de Todos de Salta generó un escándalo inusitado. Es que los dirigentes que quedaron afuera del acuerdo han expresado su malestar con quienes decidieron adelantarse y formar la alianza que representará al oficialismo nacional en las elecciones provinciales.
Diego Arroyo, referente del partido Kolina, fue uno de los impulsores de esta decisión que genera polémica. El dirigente explicó como se gestó el acuerdo entre estas cuatro agrupaciones para formar el Frente de Todos sin algunos referentes históricos del partido. “El viernes hubo una reunión pero no hubo acuerdo”, comenzó diciendo el militante kirchnerista.
«Tomamos la determinación con otros compañeros de presentar un frente, en pos de poder tener la posibilidad de poder charlar con todos los compañeros y las compañeras de los partidos para que tengamos fuerza todos juntos», sentenció.
Así, Diego Arroyo mostró sus intenciones de cara a los comicios provinciales.