Editorial

La llegada de esta nueva estación del año colma de esperanzas nuestro ánimo de continuar, al igual que en las últimas tres décadas, con la defensa de los valores democráticos y garantías ciudadanas. La cobertura periodística enfocada en este sentido se renueva en el entusiasmo de lo que salteños y argentinos definirán en los comicios por venir. Y en el respaldo de nuestros lectores.
Estas tres décadas que este medio lleva en la vida cotidiana de nuestra provincia, con cada aparición semanal en las revisterías y ahora en su versión web, recargan la energía a nuestro equipo de trabajo. A partir de la defensa de los Derechos Humanos y el monitoreo de los actos de gobierno, nuestro periódico fue trazando su camino en la opinión pública, moldeando un tipo de vínculo con los lectores que en la actualidad se fortalece.
La proyección, intermediada por la renovación que viene en los Poderes Ejecutivo y Legislativo, solidifica la confianza del staff y los lectores/usuarios en el progreso de nuestra sociedad y el aporte a una provincia y un país mejores. Con mayor inclusión en cuanto a los derechos esenciales, ya sean de Primera, Segunda, Tercera o Cuarta Generación. Nadie debe quedar sin la posibilidad de su ejercicio.
En estos treinta años, esta senda trazada por “Cuarto Poder” ha sido refrendada cada fin de semana, aún contra los obstáculos y padeceres que se nos han presentado en tal recorrido. Sin dudas, la difusión de tales líneas de conducta fueron aprehendidas e internalizadas, tanto por la ciudadanía como por otros medios de comunicación que fueron entendiendo aquel objetivo, por momentos utópico, de moldear un ambiente social más hospitalario.
No caben dudas que, en muchos instantes nos ha significado hacer frente a presiones, amenazas, intentos solapados de censura y hasta algunos atentados, como los sufridos en el año 2008 por quien esto escribe. En este último caso, con cruces al estilo gangsteril de vehículos que luego huyen casi sin dejar rastros, dejando a vuestro editor en una instancia de rehabilitación a lo largo de 8 meses, tras aquel extraño “incidente” vial. El cual, por otro lado, fuera denunciado ante la justicia, aunque sin epílogo esclarecedor alguno.
A cambio del pago de estos “costos”, sin embargo lo que nos mantuvo en pie fue la satisfacción de dar a conocer a nuestra comunidad hechos que, tres décadas atrás, parecían tabúes en los que pocos se atrevían a hurgar. Así, en los años 90 los casos por crímenes contra la humanidad cometidos en nuestra provincia durante la última dictadura cívico-militar, las primeras imputaciones al ex juez Ricardo Lona, los casos Palomita y Ragone, tuvieron a este medio como intermediario de los salteños para conocer algunos detalles.
Otro tanto puede decirse en relación a la cobertura de hechos donde se revelaron, tanto en las dos últimas décadas del siglo XX como en las primeras del actual, diferentes casos de violencia institucional por parte de fuerzas de seguridad. Entre ellas, el caso Oga, a principios del siglo XXI, ocurrido en Metán. Solamente por citar uno de los tantos ejemplos.
Llegados a este punto, en este año con el que finalizará la segunda década del presente siglo, muchos de aquellos ideales en la actualidad se nos presentan más cercanos en cuanto a su realización, sin perder de vista el esfuerzo que resta por descargar hasta que esto suceda, como también los nuevos desafíos en materia de género e inclusión de sectores minoritarios, esenciales a nuestra construcción social.
En este contexto, la tarea señera entre la opinión pública, realizada por “Cuarto Poder” a los fines de divulgar tales valores y líneas de conducta, seguirá en este y otros sentidos. Ya sea en solitario o a la par de las demás expresiones, en diferente formato o soporte, este periódico, al igual que la Primavera, es festejado desde hace bastante tiempo atrás. Lo mismo que en temporadas en las que no florecían flores, como en las actuales en las que lo hacen cientos y que, naturalmente, al surgir suponen que es la primera vez.

Alvaro Borella.