En un escenario que combina proporciones idénticas de bronca y apatía, siete listas disputarán tres escaños en el congreso de la Nación. Con poco margen para la sorpresa, el poder local enfrenta la posibilidad de nuevos reacomodamientos de cara a 2023.
Pese a que la irrupción de una tercera fuerza no puede darse enteramente por descartada, la campaña a ambos lados de la grieta transcurrió su último tramo en piloto automático. Es cierto que la disposición del cronograma electoral dilató plazos y alimentó el agotamiento de las consignas. También es cierto que, en tiempos de escisión entre la clase política y el electorado, la sobreexposición puede no ser una virtud. Sin embargo, nada de eso explica en su totalidad la ausencia de un escenario claro, en donde ni siquiera puede darse por hecho que alguna de las dos fuerzas (Frente de Todos, Juntos por el Cambio +) vaya a quedarse con dos bancas.
Los contendientes destinados a hacer podio en primer y segundo lugar parecen haber acordado de manera tácita que llegar al domingo con un clima de final abierto favorece a ambos. El escenario de polarización que muchos auguraban antes del 12 de septiembre (léase: más del 70% de los votos concentrados en dos alternativas) no llegó a materializarse. En ese contexto, hay quienes apuestan a que el nivel de participación crezca en relación a las primarias y que, tal como reflejan algunos sondeos, eso se vea plasmado en un ensanchamiento de las alternativas fuera de la grieta.
La escasez de certezas no escapó siquiera a los modernos métodos de la estadística inferencial. Fueron tres los encuestadores que en las últimas horas de actividad proselitista hicieron circular los resultados de sus estudios, llegando todos ellos a conclusiones distintas. Si bien, el ingreso de Emiliano Estrada y Carlos Zapata al congreso de la Nación es un hecho que nadie se atreve a rebatir, los recopiladores de opinión también coinciden en que la tercera banca no es ningún asunto cerrado.
Ausentismo castigo
A nivel nacional, el Frente de Todos calcula que la proporción de sufragios perdidos por la baja participación en las PASO duplica el caudal de votos que se «fugó» a Juntos por el Cambio. Mientras que la principal fuerza opositora le habría arrebatado unas 405 mil adhesiones, estiman que más de 890 mil no acompañaron al frente oficialista por preferir quedarse en sus casas. Del otro lado, la coalición opositora habría perdido en septiembre unos 172 mil votos como producto del ausentismo. El dato es significativo, porque demuestra –según los especialistas que trabajan para el oficialismo- que el electorado opositor se movilizó más que el de la coalición gobernante el día de las PASO.
Dos cosas pueden explicarse a partir de allí: Por un lado, el optimismo de algunos operadores del FdT en los posibles efectos del aumento en la participación electoral. 4 de cada 10 salteños no fue a votar en septiembre y en departamentos como Rivadavia llegó a las urnas apenas el 38% del padrón. Sin embargo, es sabido que las elecciones generales concitan una mayor expectativa que las primarias y hay quienes cuantifican ese fenómeno proyectando un 10% más de participación.
En segundo lugar, el despliegue de recursos aparatísticos que, por cierto, arrancó bastante tarde. La puesta en funcionamiento de la estructura territorial que el oficialismo debió compartir con Guillermo Durand Cornejo en la primera parada electoral, hoy está a su entera disposición. El cálculo que realizan en el entorno de Estrada-Caletti es que eso debiera alcanzar para garantizar una participación no menor al 70% del padrón.
Voto radical
Desde el comité capitalino de la UCR hacen un cálculo simplista, aunque no por eso despreciable. Según la matemática electoral de Rubén «chato» Correa, los radicales deben definir en qué canasta colocar los 55 mil votos con los que cuentan. La cifra surge del supuesto traspaso lineal de 30 mil sufragios obtenidos por la lista de Héctor Chibán en las PASO y de otros 25 mil que acompañaron a Mateo Saravia, segundo de Inés Liendo.
Correa no puede decirlo, pero solapadamente es un llamado a votar por el candidato de la alianza SI-PRS, Felipe Biella. El ingeniero hizo una gran elección en la Capital, ungiéndose como el candidato más votado, pero debe revertir un fuerte aplazo en el interior. La estrategia electoral lo llevó a recorrer algunos puntos del departamento Anta y San Martín, donde hizo podio el Frente de Todos, pero no mucho más. El punto es que una buena cantidad de radicales, heridos y desencantados, haría cualquier cosa antes que votar una lista puramente olmedista, menos aún si detrás de los contendientes asoma el espectro de Juan Carlos Romero.
A pesar de la lealtad prometida por el actual diputado provincial derrotado en la interna, son cada vez más las señales que abogan la teoría del volantazo. En una misiva reciente que lleva su firma, el partido centenario denunció que: «Nos obligan –otra vez- a votar a ciegas a personas que pasan por el escenario político, cual desfile de modelos». En respuesta a esta realidad y contra toda lógica, Zapata respondió «olmedizando» todavía más la campaña; desde la insistencia en la simbología de Ahora Patria, hasta la insufrible avioneta parlante que, por cierto, terminó multada.
Pechando por la tercera
Un escenario en el que tres fuerzas distintas ingresen al congreso podría pensarse como el menos probable de los esquemas posibles, pero cuatro o cinco puntos porcentuales del padrón podrían torcer la historia. Para que dicho escenario se concrete es necesario que la tercera fuerza supere el 50% de los votos obtenidos por la primera. Tomando el resultado de las PASO como parámetro, dos candidatos podrían considerarse aún con chances: Guillermo Durand Cornejo (Unidos por Salta) y Felipe Biella (SI-PRS). Ambos necesitarían ampliar su base electoral en 15 mil y 19 mil votos respectivamente, además de procurar que la primera fuerza no crezca en relación a septiembre.
De octubre a esta parte la performance proselitista del senador capitalino saliente fue, como mínimo, deslucida. En el equipo de campaña de Unidos por Salta hay quienes aseguran que en las últimas semanas no les dieron ni una camioneta. El titular de CODELCO, de hecho, ni siquiera tuvo acto de cierre de campaña. El sentido común sugiere que, cualquier candidato en su lugar, se habría deslomado recorriendo barrios y canales de TV, pero no fue el caso de Guillermo Durand Cornejo. La lista que inicialmente se pensó como una bisectriz del espacio de derecha se fue desinflando en el tiempo complementario, al punto de que muchos se preguntaron si el sexagenario realmente quería ser diputado nacional.
En el espacio Renovadores/familia Biella mantienen ciertas expectativas de crecimiento atendiendo a la realidad de Unidos por Salta. el resultado de las primarias en el departamento Capital sumado al ingreso de tres legisladores provinciales en agosto pasado, abonaron el optimismo del ingeniero que propone «combatir al kirchnerismo y a los políticos de siempre».
La izquierda, por su parte, enfrenta el desafío de ampliar su base electoral en un contexto nacional auspicioso. En el Congreso de la Nación el FIT-U revalidará sin problemas las dos bancas que tiene en juego y sumaría al menos dos más. En Salta, la candidata del MST Andrea Villegas se constituyó en una de las sorpresas de las PASO al ganar la interna con la premisa de «renovar la izquierda». Todo indica que no tendría problemas en retener los 5,06 puntos que el frente obtuvo en las primarias. Resta saber si en el futuro podrán contar con el acompañamiento de Política Obrera, el sector del altamirismo que a duras penas superó el piso proscriptivo y cuyo candidato, Julio Quintana, hace ingentes esfuerzos por explicar las diferencias entre la propuesta de su espacio y la del FIT-U.
El vaquereño Tane Da Souza Correa pisó el acelerador en la segunda etapa de la campaña y aspira a trascender el círculo del activo kirchnerista. Lo votaron 20 mil personas en las PASO y asegura que «si cada persona que lo acompañó convence a una más en las generales», podría ingresar al congreso. Un cálculo bastante llamativo viniendo de un profesional de las ciencias exactas. De cualquier manera, nadie descarta que el candidato de FELICIDAD pueda crecer en relación a septiembre, algo que el Frente de Todos no está en condiciones de desatender.