Azarenko Hotel Boutique es más que un hotel. No sólo por ser el primer hotel gay con filosofía heterofriendly de la provincia, sino también por revelar con su existencia que el conservadurismo salteño es tan real, como real es la emergencia de una salteñidad abierta y respetuosa de la diversidad.

Existe desde junio de este año y estuvo lejos de ser una improvisación. Eso, justamente, es lo que su gerente general, Ricardo Guede, insiste en remarcar cuando Cuarto Poder le pregunta sobre los orígenes de la iniciativa. Y es que Guede se reivindica sin complejos como parte del colectivo de LGBT, pero también como un empresario que persiguiendo rentabilidad para sus emprendimientos analiza con rigor si las condiciones que posibilitan el éxito empresarial existen previamente a la inversión. En ese marco, no dudó en manifestar que los estudios de mercados que realizó hace unos años le confirmaban que las condiciones de posibilidad estaban dadas para instalar su emprendimiento y que todo dependía, entonces, de su propia pericia empresarial.

¿Qué es lo que esos estudios le evidenciaron? Que el 17.2% de los visitantes extranjeros que llegan a nuestra provincia pertenecen al colectivo del LGBT. El dato está lejos de agotarse en esa cifra. Y es que ese porcentaje pertenece al de una franja que es objeto de deseo de cualquier empresario de turismo: un visitante de alto poder adquisitivo que está dispuesto a alargar su estadía en la provincia generando dividendos directos al dueño del emprendimiento pero también directos al resto de la economía provincial.

Azarenko Hotel Boutique, en definitiva, ha apuntado con éxito a ese sector que confirma que sus visitantes extranjeros de la colectividad son adultos que poseen mayoritariamente entre 30 y 50 años; que suelen contratar sus servicios mayoritariamente por un periodo que incluye cuatro días y tres noches; y cuya conducta viajera no está subordinada a eso que se denomina turismo estacional, en tanto el poder adquisitivo y la característica de parejas monoparentales otorga ciertas ventajas que las parejas con hijos que van a la escuela, por ejemplo, no poseen.

Con al perfil de los visitantes de la colectividad del LGBT, todos comparten diagnósticos iguales: personas con alta inclinación por el refinamiento, exigentes y con buen poder adquisitivo. El encargado de Azarenko Hotel Boutique en Villa San Lorenzo comparte el diagnóstico y por supuesto lo extiende a muchos visitantes heterosexuales que en un 50% son los que se hospedan en el hotel. He allí, también, la filosofía que atraviesa a su propietario y a su emprendimiento: no hay atisbo alguno de exclusividad a la hora de abrir las puertas a personas de una determinada condición sexual: “A mi no me gusta que me excluyan por mi condición sexual. Yo no voy a practicar la exclusión con heterosexuales”

Más derechos, más mercado

Ayer viernes, el establecimiento que regentea Guede vivió una jornada especial. No sólo celebró la inauguración oficial e inauguró una nueva galería de arte con obras de las artistas Adriana Margalef y Carolina Michell; también Guede fue nombrado como el representante en el NOA de la Cámara de Comercio Gay Lésbica del país. El nombramiento es mucho más que un simple reconocimiento. Y es que el empresario turístico esta convencido de que el lugar servirá para incrementar el mercado salteño.

Lo que hace posible tamaña expectativa  fue la sanción de la Ley Nº 26.618 (21 de julio de 2010) por la que cualquier pareja -que cumpla con los requisitos establecidos en el Código Civil- puede contraer Matrimonio, independientemente del sexo, orientación sexual o identidad de género de las/los contrayentes. Hablamos de la popularmente conocida como de Matrimonio Igualitario. La misma ley, además, permite a las extranjeras y extranjeros no residentes (turistas) celebrar la unión. Para ello deben cumplir con algunas exigencias (permanecer al menos cinco días en la ciudad/provincia elegida para celebrar el enlace,
designar dos testigos/as que acompañen a la pareja, realizar el examen médico pre-nupcial obligatorio, gratuito y en lugar a designar por la autoridad competente) que permiten pensar no sólo en la mayor concurrencia de visitantes de la comunidad, sino también de familiares y amigos que extenderían su permanencia en la provincia.