Durante la jornada del lunes prestaron declaración los cuatro jóvenes imputados. Dijeron arrepentirse de no haber denunciado antes al menor y uno de ellos señaló que hizo lo que él le indicó por miedo a su “cara de loco”.

Por Andrea Sztychmasjter

Ian Esteban Caro, Ricardo Bonifacio, Damián Caxal y Hector Carrizo. (Los dos últimos menores al momento del hecho), están imputados por la fiscalía como partícipes secundarios del delito de homicidio calificado por alevosía, ensañamiento criminis causa y por mediar cuestión de género. La parte querellante, en tanto, los considera coautores.

L.C. (15 años al momento del hecho) fue sobreseído por inimputabilidad. El menor había sido acusado del delito de homicidio calificado por alevosía, ensañamiento criminis causa y por mediar cuestión de género, señalado de ser el único asesino por el Ministerio Público Fiscal.

Miedos y causalidades

Ian Caro tenía 18 años al momento del crimen y un hijo pequeño, solo era amigo del imputado Bonifacio y con Caxal se encontraban distanciados «por una discordia»,  según declaró, al menor L.C y a Carrizo los conoció esa fatídica tarde al subirse a una camioneta ingenuamente solo para dar unas vueltas.

Fue ingenuo hasta que se percató de unas manchas de sangre en el techo de la camioneta y en la cara del menor L. Fue cuando el menor L tuvo que decirles que tenía «un fiambre» en la caja del vehículo. No les creyeron, según declararon y siguieron “de gira” dando vueltas por ahí.

Caro antes de declarar pidió disculpas a los familiares de la mujer y aseguró que no sabía cómo actuar porque tenía miedo. Describió que esa tarde se encontraba con su amigo y Caxal  lo llamó para decirle que lo pasaba a buscar para dar vueltas en una camioneta. ¿Por qué Caxal -que sabía que habían matado a una mujer y se encontraba en la camioneta- quiso buscar a Bonifacio y a su amigo Caro? ¿Es mera casualidad del destino encontrarse en la esquina, subirse a una camioneta y pasar los días preso?

Según la declaración de Caro, fue Caxal quien junto al menor arrojaron el cuerpo en el descampado, «Damián se puso una bolsa en las manos» y arrastraron el cuerpo,  antes de tirarlo desde la caja del vehículo al terreno. Según su versión, cuando llegaron a la parte de atrás del barrio 14 de mayo recién comprendió que era verdad lo del cuerpo que tenían en la parte trasera y al detenerse la camioneta el imputado Caro bajó y decidió quedarse en la parte delantera de espaldas mientras los demás se deshacían del cadáver y de las bolsas de mercadería.

Según describió el declarante, el menor y más chico de todos los presentes esa tarde les ordenó que los ayudarán a tirar todas las bolsas que estaban en la camioneta: “Carrizo tira las bolsas después que el menor  ‘hace lo que tenía que hacer’, señaló Caro. Y agregó: “Caxal se fue para la parte de atrás. Comenzaron a revolear todo como locos”.

Así describió lo sucedido esa tarde: “El conductor era L.C y Carrizo el acompañante, los saludé, nos presentamos. Caxal me preguntaba cómo estaba mi hijo. Yo logró ver en el techo una mancha roja, el conductor tenía puesta una capucha, se saca y Bonifacio le pregunta porque tenía tres dedos de sangre, ‘ah que tengo sucio’, dice y se limpia. Nos dijo que se había agarrado a pelear. Les dijimos que pongan música y no pudieron. Estuvimos dando vueltas. Entramos para barrio 14 de mayo, veíamos que susurran algo y el conductor le dijo, ‘que hago, le digo o no’. ‘Que tienen que decirnos, recién nos conocemos pero está todo bien’. ‘Tenemos un fiambre atrás, un cuerpo,’ sí. Yo no le creí. Cuando entramos al descampado ya me di cuenta que era verdad. Se mete, hace un giro en u, hace marcha atrás y se detiene, se baja el conductor, y dijo bájense si quieren”, declaró Caro.

El joven fue el único de los cuatro imputados que aceptó declarar y que las partes les hagan preguntas. Mientras se efectuaban las mismas tanto el Tribunal como el fiscal Pablo Rivero fueron severos al repreguntarle y al advertirle la forma en la que se expresaba. El acusado en varias oportunidades pidió disculpas por no saber cómo explicar las cosas según sus propias palabras.

-¿No tenía miedo en ese momento?¿ Hasta cuando le duró ese miedo?, le consultó la jueza Norma Vera al escuchar decir al joven que luego que el menor les avisara que tenía un cuerpo atrás todos siguieron dando vueltas por barrios de la zona sur a bordo de la camioneta robada por unas horas.

El joven aseguró frente al Tribunal que a diferencia de Carrizo y Caxal, ellos no quisieron ir a la fiesta y en cambio pidieron que los dejen en el departamento de Bonifacio, al subir se preguntaron qué hacer ante lo que recién habían visto. Buscó en google femicidio, y cuánto años te dan por cómplice de femicidio. “Él (Bonifacio) me dijo llamemos a la policía, nos pusimos a pensar entre nosotros, si piensan que tenemos algo que ver y terminamos presos, entonces yo le dije mejor no llamemos”.

Finalmente sucedió lo que habían pensado. Demoraron dos semanas en presentarse ante las autoridades y en contarle a su hermana lo ocurrido. Fue con Bonifacio a la policía y quedaron detenidos.

Su amigo Bonifacio y quien termina llevándolo a la camioneta del horror, coincidió en gran parte con la declaración de Caro. Según consignó Caxal lo llamó esa tarde para decirle que se había enterado que había bajado de una mina en donde estaba trabajando y queriendo aprovechar verse le dijo que lo pasaba a buscar en una camioneta, subieron él y su amigo. Lo había llamado desde el celular de su padre, un ex policía de la Brigada, exonerado. Aseguró que Caxal ayudó al menor a tirar el cuerpo y arrastrarlo y que después le dio una manguera para que lavara la camioneta en el estacionamiento de su departamento.

“Carrizo revoleaba las bolsas, el menor tapaba con hojas secas algo. Después dijo ‘bueno subamos subamos’, salió el tema que iban a ir a una fiesta”, aseguró Bonifacio.

Una fiesta

Después declaró el imputado Carrizo, quien no aceptó que le realizarán preguntas y describió que solo iba a aclarar algunas cosas. Carrizo fue señalado por el menor L de ser el asesino por encargo y ser obligado por el a manejar la camioneta robada. Aunque el joven aseguró que se encontraba en su casa esa tarde y sorpresivamente apareció en una camioneta su amigo L y decidió filmar un video: “En el video me estoy riendo porque L siempre hacía cosas graciosas, simulaba ser enfermito, me llamaba la atención que haya llegado a mi casa. Me arrepiento de estar en mi casa ese día, porque llevamos casi tres años esperando justicia, por la señora Palomo, estuvimos alejados de nuestra familia”, señaló el imputado.

Durante la reconstrucción llevada a cabo la semana pasada surgió que Carrizo robó de la camioneta $2500. Hoy al declarar aseguró “Hay un tema referido a la plata, pensé que era de L, por eso tomé la plata”, manifestó.

Al respecto del momento posterior a que arrojaron el cuerpo en el descampado el imputado Carrizo señaló: “No sabía cómo actuar, no queríamos volver a mi casa, quería pedir disculpas por mi inconsciencia y la manera en la actué, esa fiesta a la que fui perdí la libertad, me siento apenado por lo que pasó. También quiero que se sepa la verdad”.

Tildado

Al declarar Damián Caxal, contó que “Carrizo me fue a buscar y me dijo subí vamos a dar unas vueltas. Le dije que me tenía que encontrar con Boni y me dijo bueno pero aguantá que tenemos un fiambre en la caja”, señaló que casualmente justo cuando se subió a la camioneta aparecieron por la esquina su amigo Bonifacio y Caro. “Ahí están Boni subí vamos  de gira”, le dijo.

Mientras daban vueltas llegan a la zona cercana al rio, Caxal sostiene que el menor les dice “tenemos un fiambre en la caja. Se baja, se va para la parte trasera, y me dice ‘vení ayudame’, a que le digo, abre la puerta de atrás veo dos piernas. El menor saca el cuerpo y lo ramea, me quedé tildado y ahí veo que empieza a tapar el cuerpo con hojas”.

El imputado aseguró que después de eso el menor “Me miró con una cara de loco, y me preguntó ‘vos tenés una manguera’”. Sí, le respondió él y se fueron hasta su casa a buscarla. Después que el menor tiró agua a la camioneta con esa manguera, Caxal y Carrizo le dijeron que los lleve a la fiesta, según consignó Caxal al declarar, el quería ir porque iba a estar su novia y le quería contar lo sucedido.

“Al otro día entro al facebook, vi que una señora había desaparecido, lo hablo a Carrizo y le digo algo tenemos que hacer vamos a la policía. Viene el oficial Tolaba y le cuento todo lo que había pasado, declaro en Fiscalía y después me llevan a mi casa, teníamos contacto con él para brindarle información. Nunca fue mi intención ocultar nada, siempre le colaboré a la justicia”, aseguró el joven que se mostró preocupado por lo que vivenció después de estar toda la madrugada en la fiesta.

Luego de la declaración de los cuatro imputados, los jueces de la Sala IV del Tribunal de Juicio resolvieron fijar para este miércoles 29 de junio la audiencia de alegatos en la causa seguida por el femicidio de Sandra Palomo. Comenzará a las 9 y ese mismo día expondrán la fiscalía, la querella y las defensas.