La justicia los tuvo que intimar a los fieles a cumplir con la cuarentena.

Mucho se habló, la semana pasada, de la famosa “paciente 31”. Se trata de una mujer, en Corea, que contagió a más de mil personas. Las contagió, justamente, yendo a misa. Esa sola mujer tiró por el piso el enorme esfuerzo del país por controlar la pandemia.
En Salta, la justicia tuvo que intimar a los responsables del templo, en General Güemes, para que dejen de realizar reuniones.
El fiscal penal de General Güemes, Gabriel González, informó que en el marco del cumplimiento del DNU Nº 260/2020 y Modificatoria 297/20 “EMERGENCIA SANITARIA”, personal policial se hizo presente el pasado lunes por la noche en una iglesia evangélica de esa ciudad ante la denuncia de vecinos que indicaban que allí se realizaba una reunión de feligreses.
Cuando llegaron los efectivos, la reunión estaba concluyendo, por lo que se decidió notificar de la intimación por haber violado el Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio al responsable de la iglesia, ubicada en calle Belgrano al 400.