Un nuevo contingente de rodados será entregado a la policía de la provincia: 21 camionetas, 4 furgones y 78 bicicletas a una fuerza que parece no dar abasto con las exigencias mínimas de la población, por más nuevas que sean sus unidades.

El acto se realizará a la sombra del prócer que montado a caballo y con cara de escrutador, posa su mirada sobre el paseo que lleva su nombre. Ahí estarán presentes el gobernador y todo su séquito para hacer la entrega oficial de la cantidad antes detallada de unidades sobre ruedas, además de “equipos de protección para motoristas, elementos operativos para seguridad vial, desmalezadoras, motosierras, cascos, chalecos antibalas, armas 9mm, mobiliarios y  una gran cantidad de elementos de comunicación como antenas, radios,  y computadoras”, informa el portal web de la policía salteña.

Hasta cierto punto esta podría ser una buena noticia, pero sólo hasta cierto punto. Dado que la cantidad creciente de uniformados en los últimos años (50% más azules desde 2007) que se publicita en las calles no se corresponde necesariamente con una mayor cobertura en los servicios de seguridad. Todavía son muchos los barrios alejados del casco céntrico turístico a donde la policía no llega, o si llega hace la vista gorda ante los delitos importantes para detener a los perejiles de siempre.

Recapitulemos la cantidad de unidades que se incrementaron en el último año. En febrero de 2013 Urtubey entregó 24 autos Volkswagen Gol Power, 2 Chevrolet Corsa, 23 motos Honda y 8 camionetas Ford Ranger. En octubre del mismo año se hizo entrega de 10 automóviles Chevrolet Clasic, totalmente equipados para la policía, y otras 10 unidades similares para el Sistema de Emergencias 911. En noviembre fueron 75 nuevas motos, tres camionetas utilitarias para el área vial y 18 motocicletas de 125 cc para trámites judiciales. En agosto pasado, 20 motos marca Honda 0KM, 5 camionetas Citroën Berlingo 0KM y 8 camionetas Toyota 0KM.

Estas son algunas de las nuevas adquisiciones de las fuerzas de seguridad, a las que habría que sumar las esporádicas entregas de camionetas en distintas localidades. Así como se incrementaron uniformados que pueblan las calles, no se tienen datos certeros de la disminución del crimen en la ciudad o en la provincia. Lo que sí es comprobable es el derroche en artículos que deberían darnos la sensación de seguridad.