El coronavirus está en el apogeo de su segunda ola en Europa y en América la estamos peleando, pero hay lugares que no les tocó padecerlo. Es el caso de las Islas Cook, ubicadas sobre el Pacífico, que decidieron aplicar restricciones duras, en la que nadie podía ingresar al país, salvo los ciudadanos de Nueva Zelanda, país del que las Cook son Estado libre asociado. 

Son 17500 habitantes los que se protegen con esta medida, ante el mal que amenaza al resto del mundo, pero que aún no se ha cobrado ninguna víctima entre los cookianos. A pesar de que el turismo supone más de dos tercios del Producto Bruto Interno del estado insular.
La dinamización de su economía es uno de los grandes problemas que deberá enfrentar, como todo el resto del mundo. La buena noticia es la ausencia de coronavirus, la mala es la ausencia de turistas.
Este paraíso de la polinesia neozelandesa deberá reinventarse para una pronta recuperación de su economía. Mas allá de los excelentes resultados sanitarios, las Islas Cook, fueron declaradas “Zona libre de COVID-19”, mérito del trabajo excepcional de protección, información y saneamiento realizado tanto por la comunidad como por el sector privado y por el gobierno.
Hoy se puede afirmar que Islas Cook, a mitad de camino entre Nueva Zelanda y Hawái, es un poblado en que la unión entre sus habitantes ha sido fundamental. Desde el primer momento comparten sus recursos y se aseguran de que cada uno de sus habitantes cuenten con la información necesaria para tomar los distintos recaudos.
Lo más curioso fue el sistema que se implementó tanto para proteger la salud, basado en banderas instaladas en las afueras de cada casa, generando la atención los pobladores. Quienes coloquen una bandera blanca, advierten que allí se necesita asistencia médica, mientras que una de color rojo, indica que en esa vivienda hay una persona de la familia con un caso confirmado de COVID-19, lo que por el momento no ha pasado en ninguna de las 15 islas que conforman el archipiélago. Las de color naranja, dan cuenta que en ese hogar hay una persona mayor o de alto riesgo y por último el amarillo, indicando que la casa está bajo una cuarentena controlada. A comienzos de año, cuando ya el coronavirus era una realidad que azotaba todos los rincones del planeta, cruceros de todo el mundo seguían llegando a estos maravillosos paisajes, pero los lugareños se confinaron en sus casas ante el temor de contagio. Isla Cook, ante el aumento de casos en Nueva Zelanda, tomaron drásticas medidas no permitiendo el ingreso de turistas, salvo a los neozelandeses. En la actualidad, las islas cuentan con 22 médicos, 110 enfermeros, 2 respiradores mecánicos y una infinidad de recursos insuficientes para lo que demanda un virus de estas características.
Al listado de países sin COVID-19 lo conforman 11 estados. Tuvalu, Tonga, Samoa, Palau, Niue, Nauru, Micronesia, Kiribati e Islas Cook, todas ubicadas sobre el pacífico. A estos nueve se suman Turkmenistán y Corea del Norte, pero con las reticencias del caso. Pero ante el impacto en la economía regional de Islas Cook, ya se anunciaron los primeros vuelos comerciales internacionales sin cuarentena obligatoria el año entrante a través de un acuerdo alcanzado con Nueva Zelanda, uno de los que mejor ha gestionado la pandemia con una cifra al día de hoy de 2110 casos y 25 muertos.