La Organización Mundial de la Salud elogió a nuestro país por la defensa de derechos trans. Considera que la ley de Igualdad de Género aprobada en el 2012 y que ya está reglamentada, es un leading case (caso líder que inicia tendencia) en el mundo y que ayuda a eliminar el estigma, la discriminación y la violencia.

El elogio vino de la mano de un informe de la Organización Mundial de la Salud, en el que el organismo denuncia la “alta vulnerabilidad y necesidades médicas específicas” que tiene el colectivo en la lucha contra el VIH y resume recomendaciones para la prevención, diagnóstico y tratamiento contra la epidemia e instó a los países a trabajar para implementar leyes contra la discriminación y de protección, derivadas de los derechos humanos, para eliminar el estigma, la discriminación y la violencia.

En ese marco, destacó el caso líder argentino con la Ley de Identidad  por la que más de 4300 personas trans pudieron inscribir su documento de identidad con el nombre y sexo de elección. La normativa “generó los procedimientos de afirmación de género como un derecho legal en los sistemas públicos y privados de salud con el consentimiento de las personas trans como único requerimiento”, resaltó la OMS y publicó el diario Página 12 que celebro la información .

“Bajo la misma ley se pueden cambiar los certificados de nacimiento, documentos de identidad y pasaportes sin otro requerimiento ni diagnóstico”, agregó el organismo dependiente de las Naciones Unidas, y concluyó que Dinamarca “siguió el mismo modelo” con una normativa sancionada el año pasado.

El aspecto sanitario de la Ley de Identidad de Género se encuentra resumido en el artículo 11, que fue reglamentado el 29 de mayo pasado e incluyó los tratamientos hormonales y las intervenciones quirúrgicas para adecuar el cuerpo a la identidad autopercibida en el Plan Médico Obligatorio (PMO). A raíz de ello, ya no es necesario pasar por entrevistas psicológicas ni conseguir autorizaciones judiciales o administrativas.

 El programa tiene dos líneas de acción. Por un lado garantiza la atención de las patologías específicas donde se incluyen los tratamientos de adecuación mencionados, la prevención y el tratamiento del VIH y las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS); y por otra parte, el trabajo hacia un sistema de salud más inclusivo y sin discriminación, que le dé al colectivo trans un trato digno, no sólo cuando se atienden problemas específicos.

Este programa, además, elaboró una guía para la “atención de la salud integral de las personas trans” dirigida a todos los trabajadores del sistema de sanitario que apunta a la “despatologización” del colectivo, lo que significa “cambiar la manera en que el sistema de salud los recibe. El objetivo es que todos aquellos que trabajan en los hospitales y centros de salud tengan la apertura mental para darle a las personas trans un trato digno”, agregó la experta.

Esta publicación es reforzada con capacitaciones a los profesionales del sistema sanitario y otros materiales de difusión destinados a un público más amplio.