El presidente de la Cámara Salteña de la Construcción aseguró que no habrá nuevas viviendas mientras Nación no envíe dinero y se puedan cancelar las deudas con el IPV y las constructoras locales.
El presidente de la Cámara Salteña de la Construcción, Guillermo Arroyo, aseguró que mientras los fondos no lleguen, las viviendas en nuestra provincia seguirán siendo un sueño lejano.
En declaraciones a FM Profesional, Arroyo explicó que Nación le debe al Instituto Provincial de la Vivienda 280 millones de pesos, y este a su vez le debe 110 millones a las constructoras, al menos en materia de deuda exigible.
Manifestó que la situación de muchas empresas constructoras es desesperante, ya que para poder cumplir con la terminación de obras y el pago a los trabajadores algunos propietarios están vendiendo parte de su patrimonio. Advirtió que si en treinta días no se destraba el dinero la situación del sector será crítica.
Arroyo indicó que los beneficiarios del IPV y de Procrear deberán seguir esperando.