Un mozalbete chocó su camioneta contra un poste en Tres Cerritos. Según testigos estaba en estado de ebriedad y el vehículo no tenía patente. Llegó la policía, también llegaron sus abogados que amenazaron a los primeros y el joven quedó libre. No le allanaron el auto.
Una madrugada lluviosa, una noche larga de copas y la camioneta Hilux blanca, al parecer recién comprada porque carecía de patente, termina estrellada contra un poste a la altura de la avenida Reyes Católicos al 1300.
El poste quedó destrozado, la camioneta no tanto, un golpe que seguramente la tarjeta del papi podrá reparar. La misma tarjeta que pagó a los abogados que acudieron al llamado del nene que se vio rodeado de azules luego del accidente.
Al parecer los abogados llegaron para increpar a los policías que temerosos de perder su trabajo, según titula otro sitio web, dejaron ir en libertad a este jovencito sin decirle nada, sin llevarlo a una comisaría, sin siquiera preguntarle el nombre, porque este no aparece ni siquiera en el registro de la noticia en la página de la policía: “Ambulancia 761 del SAMEC se hizo presente en el lugar, pero aparentemente el damnificado y familiares del mismo, se negaron a la asistencia médica”, es todo lo que informan los policías.
Tal vez ellos también temen perder su trabajo si dan el nombre del chango que andaba en pedo por la madrugada y zafó porque tiene el abogado del papi que lo sacó del apuro. Pero si esto hubiese sido otro barrio, no Tres cerritos, si hubiese sido una renoleta y no la Hilux blanca, si el joven de 18 años no tuviese familiares influyentes, y si la policía hiciese su trabajo sin discriminar, la historia seguramente sería otra.