El desempleo en la provincia de Salta es una constante que se agranda desde el año 90. Las diversas encuestas muestran que existe una gran inestabilidad laboral y salarios precarios para los salteños. El INDEC marcó que el desempleo en la provincia es del 7%.
Por Guadalupe Macedo
Salta se caracteriza por ubicarse entre las primeras provincias con las cifras de mayor pobreza del país. Según las últimas estadísticas del INDEC, durante el segundo semestre la pobreza en la ciudad de Salta y alrededores se ubicó en el 34,5% sobre un total de 650 mil habitantes, en 182.838 hogares, que con los ingresos que tienen no llegan a cubrir la canasta básica total. Asimismo, la indigencia se ubicó en el 5,4% y llego al 8,7. Así podemos decir que 224.551 salteños lo que están debajo de la línea de la pobreza, de los cuales 35.384 son indigentes.
Las personas que cuentan con un empleo en blanco en la provincia de Salta son el 44,7% pero tenemos que destacar que muchas de las personas asalariadas no llegan a cubrir las necesidades básicas por lo que tienen que tener más de dos trabajos. El empleo en negro es una gran preocupación para el sector porque hay un gran número de trabajadores que no están registrados por lo que no reciben aportes jubilatorios, obra social ni vacaciones pagas además de vivir en una constante inestabilidad laboral.
Según el Director de Estudios Laborales y del Desarrollo Económico (IELDE) y de la Maestría en Economía del Desarrollo, ambos pertenecientes a la Facultad de Ciencias Económicas de la UNSa, Jorge Paz en diálogo con Salta 12 a principio del año del 74% que dijo tener trabajo tiene una remuneración por debajo del salario mínimo vital y móvil.
Un dato alarmante según un cálculo realizado por el IELDE en la población adulta de entre 25 y 60 años trabajan con jornadas de más de 35 horas semanales y cobran por debajo del salario mínimo este grupo es denominado como “Trabajadores pobres”. Si bien la tasa de empleo en la provincia es del 44,7% muchos de ellos lo hacen en la informalidad.
Según la investigación realizada por el IELDE y INDEC el 44,9% de la población económicamente activa de la provincia de Salta, se encuentra trabajando de manera precarizada. La edad de los trabajadores que viven esta situación es de 25 a 55 años. La provincia de Salta presenta alto índices de informalidad, siendo de las primeras en el país con empleados en negro. “El empleo formal es escaso. Sabemos eso. Pero desgraciadamente es una situación de la economía en el país la que genera las dificultades” afirmó Susana Pontussi, interventora municipal de Espacio Público.
La dificultad para encontrar empleo se agudiza más en las mujeres ya que solo se registra una tasa de actividad de 51,7% frente a un 70,01% de ocupación que tienen los varones. Las mujeres desempleadas representan el 7,8% mientras que los varones son el 6,1%. La inestabilidad y precariedad laboral se agudiza en el interior de la provincia. El empleo joven es uno de los más precarizados ya que acceden a puestos que cobran menos que un salario mínimo vital y móvil realizando una jornada laboral de 8 horas o más perdiendo las garantías laborales que la ley ampara.
En algunos lugares el empleo ronda la ilegalidad. En el mes de agosto se asistieron a 70 trabajadores que se encontraban en situación de explotación laboral. Las empleadas y empleados temporarios de tres fincas ubicadas en San José de Metán y El Galpón se encontraban en condiciones de precariedad y no estaban registrados. Según la Secretaría de las Mujeres, Géneros y Diversidad, la División de Prevención y Lucha contra la Trata y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) “se detectaron distintas irregularidades como ausencia de servicios básicos de agua potable, luz, alimentación, falta de registración y de elementos adecuados para poner en marcha las tareas”. Esta situación se repite constantemente con los trabajadores por temporada en distintos puntos de la provincia.
Los sectores que presentan en la provincia mayor índice de informalidad son la construcción, el comercio, el servicio doméstico, los trabajadores del campo, profesionales de las ciencias sociales, humanas, de la salud y las actividades de la economía social.
Para poder obtener ingresos los salteños lo hacen en la ilegalidad por lo que en la ciudad de Salta presenta altos niveles de comercio ilegal y la principal actividad es la venta ilegal, los manteros. Estas personas venden productos en las calles salteñas, evitando el pago de impuesto y vendiendo mercadería que ingresa a la provincia de manera ilegal. La actividad de comercio ilegal creció con el tránsito de la pandemia donde muchos comerciantes tuvieron que cerrar sus locales y desarrollaron otros métodos de comercio o personas desempleadas empezaron vender mercadería de manera ilegal. a situación no es buena y hasta la actualidad muchos emprendedores no logran recuperarse.
“Nuestra gente la pasó mal en la pandemia y la sigue pasando mal ahora. Pero Salta no escucha. Cualquiera ve trabajadores independientes en las calles. Los llaman informales o ilegales. Para el Gobierno nacional no existen hasta que no estén registrados. Cuando les ofrecimos el registro gratuito, no quisieron hacerlo. Por eso estoy convencido que en Salta los quieren pobres” expreso Walter Godoy el secretario general de los trabajadores de ferias.
La informalidad laboral se agudiza cada día más y los trabajadores se encuentran precarizados. Conseguir empleo en la provincia es una odisea para todos. Se necesitan más puestos de trabajos para los salteños sobre todo para los jóvenes que inician sus trayectorias laborales.