La gestión del intendente Emiliano Durand en la capital salteña ha dado un paso significativo hacia la transparencia y la austeridad al revelar la existencia de lujosos vehículos asignados a funcionarios del mandato anterior. Este hallazgo, realizado durante una inspección en la playa de estacionamiento del Centro Cívico Municipal, ha desatado un debate sobre el uso responsable de los recursos públicos y la necesidad de repensar las asignaciones de vehículos para los funcionarios.

Emiliano Durand expresó su desacuerdo con la práctica de asignar vehículos de lujo a funcionarios y subrayó la importancia de utilizar los recursos del Estado para brindar servicios a los vecinos en lugar de satisfacer lujos individuales. En un claro mensaje de austeridad, el intendente afirmó: «Como todo el mundo, siempre usé mi auto para trabajar. El Estado no debería comprar autos para funcionarios, sino para brindar servicios».

Desde el inicio de su mandato, Durand ha buscado transmitir un mensaje de eficiencia y transparencia en la gestión municipal. La revelación de estos lujosos vehículos se alinea con la iniciativa de poner fin a prácticas que puedan percibirse como derrochadoras o poco éticas. Este acto de transparencia refuerza el compromiso de la administración con la honestidad y la rendición de cuentas.

Como parte de esta nueva dirección, el intendente anunció una revisión exhaustiva de los gastos y asignaciones de vehículos en la administración municipal. El objetivo de esta medida es identificar posibles excesos y redirigir los recursos hacia áreas prioritarias que beneficien directamente a los vecinos. Esta revisión no solo busca corregir prácticas pasadas sino establecer un precedente claro de responsabilidad financiera.

La decisión de poner fin al uso de vehículos municipales por parte de funcionarios refleja un compromiso firme con la responsabilidad financiera y el servicio público que debiera estar en la lógica de lo normal, sin embargo por ahora, debe destacarse como una actitud destacada.