El mes pasado se produjeron 39 mil cesantías y casi 10 mil suspensiones, retomando un ritmo elevado de pérdida de puestos y dificultades de trabajo. Los sectores textil, automotriz y alimentario encabezaron los problemas laborales.
El proceso de destrucción masiva de empleo que caracterizó a los primeros nueve meses del gobierno de Mauricio Macri se frenó, pero los despidos y suspensiones en los sectores más afectados por la recesión continúan. Un relevamiento mensual de Tendencias Económicas contabilizó 38.985 despidos y 9702 suspensiones durante abril. Las actividades textil y automotriz concentraron una porción significativa de los episodios detectados por la consultora. Resentidas ambas por el deterioro del mercado interno, la primera siente el peso de la apertura importadora que facilita el ingreso de productos asiáticos y la segunda está afectada por las menores exportaciones hacia Brasil. El empleo es la variable de ajuste. Las principales cadenas de supermercados, por su parte, también comenzaron a suspender trabajadores y analizan cerrar locales ante la caída en las ventas.
En el Día del Trabajador, el titular de la cartera laboral, Jorge Triaca, aseguró que el empleo registrado “está empezando a crecer”. Sin ofrecer mayores precisiones, el funcionario consideró durante una entrevista radial que “son señales de que Argentina empieza a retomar un sendero de crecimiento”. Las afirmaciones del funcionario contrastan con la realidad. En abril la empresa Alpargatas suspendió por una semana a 1100 trabajadores en su planta de Tucumán y este mes tiene previsto otra parada en el establecimiento que afectará a 1300 empleados. Las suspensiones en Tucumán se sumaron al cierre de una planta en San Luis y de una línea de producción en Florencio Varela y a las suspensiones en Catamarca y La Pampa. En el sector de hilandería de Sedamil en Trelew, Chubut, a comienzos del mes pasado se prorrogaron por 30 días las suspensiones. En Tierra del Fuego, las 64 trabajadoras de la firma Blanco Nieve recibieron alrededor de 1400 pesos menos en sus recibos de sueldo como parte del acuerdo por las suspensiones de una semana al mes dispuestas por la compañía hasta que repunte el nivel de actividad. En el primer trimestre, las importaciones de toda la cadena de valor textil ascendieron a 63 mil toneladas, con un incremento interanual del 2,1 por ciento, pero con casos alarmantes como el de prendas de vestir, donde la suba fue del 86 por ciento.
La producción nacional de vehículos se retrajo 5,9 por ciento en abril respecto de marzo y un 15,1 por ciento contra igual mes del año pasado, informó la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa). En ese contexto la planta de FIAT en Córdoba mantuvo su esquema de trabajo de entre 11 y 12 días al mes. General Motors suspendió en Rosario 350 operarios hasta noviembre. Por su parte, Volkswagen aplica en Pacheco esa misma medida para 600 empleados hasta mediados del próximo año y, en su planta cordobesa donde fabrica cajas de velocidad, hay otros 60 suspendidos.
El sector alimenticio fue otro de los afectados por la caída en la demanda interna, la falta de demanda externa y la apertura importadora. El relevamiento de Tendencias Económicas detectó 25 despidos tras el cierre de la empresa Empaques Frutas el Abuelo y 17 desvinculaciones en la firma Embotelladora Comahue, ambas emplazadas en Río Negro. En Neuquén también se sintieron los 50 despidos en la Cooperativa Río Cuvunco. Por su parte, la situación en Cresta Roja no consiguió mejorar y fueron suspendidos 450 trabajadores.
Fuente: Página 12