El proyecto del bettinismo para endeudar al municipio por $1.100 millones tiene más baches y fisuras que arteria del macrocentro. Crece la preocupación en el concejo por el destino de los fondos y se confirma la existencia de un plazo fijo multimillonario en el «siempre cerca» Banco Macro.
A días de que renunciaran dos funcionarios municipales salpicados por irregularidades en la obra pública, se conocieron los detalles del proyecto bettinista para endeudar al municipio por 1.100 millones de pesos. Los argumentos vertidos en el bosquejo de ordenanza no llegan a paliar los severos cuestionamientos por sobreprecios y falta de planificación en obras recientes.
La iniciativa oficial, presentada formalmente diez minutos antes de la antepenúltima sesión del Concejo Deliberante, levanta cada vez más sospechas entre los ediles. Son ellos quienes deberán analizar los pormenores del proyecto, como así también la solicitud por escrito que la propia intendenta Romero envió requiriendo su aprobación.
La escasa información referida a obras, las ambigüedades en torno a qué recursos se verán comprometidos y la evasión de las facultades del cuerpo deliberativo son algunos de los aspectos objetados por los concejales.
Arrancamos mal…
En los fundamentos de la iniciativa, plasmados en la carta que la intendenta envió a los ediles, el ejecutivo ni siquiera logró acertar el porcentaje de crecimiento poblacional de la ciudad de Salta en la última década. En el quinto párrafo del escrito se lee: «Salta mostró un notable crecimiento demográfico. Su población dio un salto extraordinario, creciendo en un 350% en la última década».
El censo 2010 arrojó que la ciudad de Salta contaba con una población de 535.300 habitantes ese año; por lo que, siguiendo la matemática municipal, la Capital cuenta al día de hoy con 1.873.550 habitantes. El bolazo habría pasado desapercibido de no ser porque fue presentado de esa forma ante el presidente del Concejo Deliberante.
Todo indica que el empleado municipal que redactó el proyecto y calculó el crecimiento poblacional de Salta, es el mismo que midió los metros cuadrados de «nuevo pavimento» y el que calculó los costos de reparar la avenida Discépolo.
«Fines determinados»
El proceso de endeudamiento que pretende encarar el bettinismo se cimenta en el art. 22, inc. p de la Carta Orgánica Municipal: El mismo reconoce como una atribución del Concejo Deliberante: «Contraer empréstitos para fines determinados con la aprobación de los dos tercios de votos del total de sus miembros».
La norma establece además que: «En ningún caso el servicio para el pago de empréstitos, ni la provisión financiera para tal fin, podrán exceder la cuarta parte de las rentas municipales ni aplicarse a otro destino».
La definición de «fines determinados» abre un abanico infinito de interpretaciones, pero para algunos concejales, ingresar al mercado de capitales y endeudarse para realizar obras sienta un peligroso antecedente. La toma de créditos, según entienden, sólo debería habilitarse en situaciones de emergencia tales como: no poder enfrentar el pago de sueldos o en contextos de crisis como la pandemia por Covid-19 que afectó al mundo los últimos dos años.
De «la hora de los barrios» ni hablemos
En el anexo del proyecto se enumeran las obras que integrarán el programa «Salta en Obras» y que son consideradas de interés municipal. Según se explica, la selección de las mismas obedece a «años de estudio y relevamiento de la ciudad». Otras, en cambio, ya se encontraban incluidas en el PIDUA.
Sin detallar montos, el proyecto prevé la realización de las siguientes obras:
– Eje Yrigoyen: Puesta en valor de una arteria de comunicación central dentro de la ciudad. Eje que comunica la zona sudeste con el centro. Según detalló la Secretaria de Desarrollo Urbano, María Eugenia Angulo, está prevista también la cobertura del canal de Av. Yrigoyen.
– Puesta en valor del Paseo Ameghino
– Puesta en valor del Paseo de los Poetas
– Obras de infraestructura urbana en San Luis. Muchas de ellas ya habían sido anunciadas en el inicio de sesiones del Concejo Deliberante y preveían financiamiento de Nación.
– Nuevo acceso a la ciudad El Portezuelo. Caminería para peatones, puente peatonal y seguridad vial.
– Rivera del río Vaqueros: Proyecto que «complementará las obras que pronto iniciará el gobierno provincial con la Nación».
Como puede verse, ninguna de las obras mencionadas está en sintonía con las demandas más urgentes de los barrios, como la refuncionalización de las calles o la extensión del alumbrado. Tampoco parecen impostergables y se concentran en su mayoría en la zona centro de la ciudad.
Antecedentes que no ayudan
El proyecto podría naufragar si los ediles enrolados en la oposición deciden no apoyar la iniciativa. Con los votos de Salta Independiente (2), JxC+ (5) y la UCR (2), bastaría para aplazar el proyecto. No obstante, son cada vez más las señales que indican que habrá algún grado de acompañamiento dentro de la «oposición» al bettinismo.
En paralelo, crece el descontento entre los ediles del oficialismo, quienes hacen foco en las experiencias fallidas de la gestión municipal en materia de obras. «Plantean proyectos vinculados a la obra pública, pero los antecedentes del municipio no dan ningún tipo de certeza», remarcó Ignacio Palarik, una de las voces críticas al proyecto oficial.
«El gobierno municipal no puede mantener un bache cubierto por más de dos semanas y nos dice que va a cubrir el canal de Avenida Yrigoyen. También nos dicen que se va a crear un carril de Metrobús, pero no logran poner una ciclovía del lado correcto. Estuvieron a punto de ejecutar una obra de 18 millones por el doble de su valor ¿Qué podemos esperar del manejo de 1100 millones?», se preguntó.
El concejal, además, subrayó otras inconsistencias del proyecto oficial: «No se dan certezas de cuáles son los recursos municipales que se comprometen para pagar esa deuda. Por un lado, hablan de la recaudación, pero en el proyecto se alude también a la coparticipación». Y añadió: «Este proyecto viene flojo de papeles y el municipio no nos da ninguna garantía en sus manejos. Así como está, es imposible de votar».