El déficit habitacional en nuestra provincia continúa siendo muy elevado a pesar del crecimiento económico de los últimos años. Un especialista diagnostica la cuestión, identifica sus causas y sugiere que el problema demanda tantos recursos que ninguna provincia por sí misma puede resolverlo por lo que son imprescindibles más fondos nacionales. (Ing. Juan Esteban Solá)
La estrategia descentralizada para abordar el problema ha sido el FONAVI, donde los recursos nacionales se transfieren en forma automática a las provincias, respetando un coeficiente de distribución establecido por ley y estas deciden el diseño de la política habitacional y la distribución geográfica de los recursos. El problema con este cupo es que el coeficiente debía actualizarse cada dos años teniendo en cuenta la variación del déficit habitacional pero los coeficientes no fueron actualizados de acuerdo a estos parámetros, y el Tesoro Nacional continuó distribuyendo los fondos automáticamente según los coeficientes originarios lo que representa una verdadera injusticia para nuestra provincia, que según los datos actuales debería recibir un % mayor que el actual que es del 4%.
El gobierno nacional lanzó diferentes planes federales que hoy ejecutan el 90% de los fondos destinados al hábitat, relegando a un segundo lugar al FONAVI con solo un 10%. Los fondos de estos programas, sumados a otros del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, llegan a ser entre siete y ocho veces superiores a los del FONAVI, siendo el más importante el Programa Federal de Construcción de Viviendas, el cual se maneja en forma centralizada, no está regulado por ley, sino que depende de la voluntad del ejecutivo que distribuye los fondos en forma discrecional, e inequitativa.
Sería conveniente volver al sistema de decisiones descentralizadas con envíos automáticos de fondos a provincias por parte de la Nación, sobre la base de Índices de Coparticipación Objetivos, que deberían actualizarse a medida que cambian las condiciones habitacionales de la población. Esto permitiría un reparto equitativo donde reciban mayor cantidad de fondos aquéllas jurisdicciones que tienen un déficit habitacional más abultado.
Si tomamos el déficit de viviendas de nuestra provincia, (viviendas recuperables, viviendas irrecuperables y viviendas faltantes) sobre el total nacional, el déficit es del 3,92%. Somos la quinta provincia con mayor déficit a nivel nacional. Salta tiene actualmente un déficit en viviendas (irrecuperables y viviendas faltantes) de 79.800 viviendas sociales y 76.300 viviendas recuperables (solución habitacional, infraestructura básica). Para tener una idea de lo que estamos hablando, se necesitaría $ 21.000 millones para construir las viviendas nuevas faltantes y $ 2.000 millones para soluciones habitacionales e infraestructura básica. Este total de $ 23.000 millones equivale a 1,4 veces el presupuesto de la provincia, que según fuentes oficiales seria para 2014 de $ 16.000 millones.
Es una utopía pensar en eliminar el déficit habitacional, pero si podemos fijar políticas sustentables que permitan ir reduciéndolo, independientemente de quien gobierne la provincia. Para ello es necesario: a) que los candidatos a presidente de la nación terminen con el Poder Centralista Nacional. Este es el punto de partida para hacer de Argentina un verdadero país federal y que permitirá eliminar las asimetrías que se fueron produciendo a lo largo del tiempo. No podemos seguir permitiendo que el Gobierno Nacional distribuya los recursos en forma discrecional según la posición que adopte el Gobierno Provincial de turno; b) que todos los programas nacionales se unifiquen en un solo Programa Federal de la Vivienda y que se coparticipe a las provincias teniendo en cuenta su déficit habitacional actual. Esta unificación generaría un fondo del orden de los $ 58.000 millones anuales. Haciendo un cálculo ponderado de los distintos déficits provinciales, a Salta le correspondería un coeficiente del 6,40% y c) que las autoridades provinciales, gobernador, intendentes, se comprometan a crear un FONDO PROVINCIAL DE LA VIVIENDA SUSTENTABLE EN EL TIEMPO, fijando la tipología de las viviendas a construir, m2 de las mismas, lugares geográficos donde se construirán, soluciones habitacionales en viviendas recuperables, plazo de financiación, anticipos y cuotas mensuales razonables que deberán pagar los adjudicatarios como así también se deberá establecer subsidios directos a quienes no puedan pagar.
Fondo Provincial de la Vivienda:
a) Para que sea sustentable, sus recursos deben ser multiplicados y para ello se debe asegurar el recupero de las cuotas que pagan los adjudicatarios. Esto es, asegurar el recupero nominal con pago en tiempo y forma y establecer un método de actualización de la cuota que permita un recupero real, para que el pago no se transforme en simbólico por el paso del tiempo y la inflación. Las cuotas deben mantener su valor, es decir, que los adjudicatarios paguen el valor equivalente al dinero necesario para construir una superficie igual a la vivienda que habitan. Actualizar las cuotas con un criterio lógico no es usura, es justicia social.
b) Asimismo se deberá determinar una forma clara y transparente de adjudicación de las viviendas, contemplando la antigüedad del pedido realizado.
c) Manejado con honestidad e idoneidad, se puede cubrir la demanda anual de viviendas nuevas, y reducir en un 5% anual el déficit habitacional y en 6% anual las soluciones habitacionales.