No sólo supermercados y tiendas de barrio fueron asaltados en distintos puntos del país los últimos días. En las oficinas municipales el vaciamiento comenzó hace meses, recrudeció en las últimas semanas y promete extenderse hasta diciembre. Bettina, Daniel y Juan Esteban conforman el tridente al mando del desguace y se encargan de llevar el mensaje a cada rincón del CCM: “Ya no hay gobierno, hay mudanza”.

 

Lo que acontece puertas adentro del CCM bien podría catalogarse como un abandono anticipado de la gestión. La paralización de obras en los barrios -inocultable a estas alturas-, el atraso en el pago a proveedores, la designación ilegal de empleados de la planta política y una serie de adelantos por supuestas obras a empresarios amigos, configuran apenas una parte del caótico panorama que se impone tras la derrota electoral de mayo.

No obstante, la ausencia total de gestión y el estado de anomia general que se vive en la comuna, no implica que sus principales mandos hayan abandonado el poder ni sus insidias características. “Aquí ya no hay gobierno, hay mudanza”, suelen repetir en las oficinas de Paraguay al 1200 a la hora de definir el proceso actual. Una mudanza que, por cierto, implica el salvataje de los privilegios y negocios asociados a los últimos 4 años de gobierno y el engrosamiento de la deuda que heredará el intendente electo, Emiliano Durand, luego del 10 de diciembre.

En otras palabras, en la municipalidad de Salta se está llevando un auténtico y silencioso saqueo. Pero a diferencia de aquellos que coparon las pantallas de la TV en el año 2001 y que culminaron con la salida de Fernando De La Rúa, esta vez no hubo que esperar a diciembre. Más bien las proyecciones indican que, para ese mes, el pasivo que la gestión saliente podría dejarle a la entrante alcanzaría los $8.500 millones. La colosal cifra se ubica por encima de la quinta parte del presupuesto total aprobado para este año, fijado en $39 mil millones.

Como todo proceso de vaciamiento, la salida bettinista del poder se caracteriza por una serie de contrastes. Mientras se desembolsan sumas estrepitosas de dinero por obras no concluidas a empresas amigas -véase Khalifa Construcciones, firma ligada a familiares de Guillermo Durand Cornejo-, en barrios como Floresta denuncian el abandono de las obras de cordón cuneta por falta de pago a la contratista MZ Obras y Servicios. A su vez, mientras decenas de pequeños prestadores de servicios de publicidad enfrentan el incumplimiento de pagos por parte del municipio, el chorro jamás se cortó para los medios amigos que conforman el grupo Horizontes S.A., entre otros. De hecho, se estima que el gasto en publicidad a lo largo del gobierno bettinista llegó a significar, en algún tramo de la gestión, hasta el 20% del presupuesto comunal.

El tridente

Si habría que individualizar a los organizadores del saqueo, tal como se intenta hacer casos de robos en banda que afectan a supermercados, en la municipalidad resuenan tres nombres. A la jefa del Departamento Ejecutivo, Bettina Romero, se suma su hermano Juan Esteban, diputado provincial y célebre golpeador de desmalezadores. A ellos se suma el secretario Legal y Técnico de la municipalidad, Daniel Nallar, quien supo ganarse el mote de “tordo” como palíndromo de dotor’, según los más benevolentes. Otros, en cambio, aseguran que se debe al pájaro que lleva el mismo nombre (“tordo” o molothrus bonariensis), una especie caracterizada por una peculiar propensión a apropiarse de elementos ajenos, sobre a todo aquellos relucientes o brillantes.

Semanas atrás hubo una reunión secreta en las instalaciones de Fundara que contó con la presencia de los tres mencionados. Alli, la intendenta empoderó a su hermano y blanqueó un secreto a voces. Juan Esteban será el responsable de administrar todo peso que entra a la caja municipal. Decidirá a quién se le paga y a quien no. A quien se le otorga adelantos, de cuánto y en qué condiciones. El acuerdo cuenta con el visto bueno del omnipresente Daniel Nallar.

La maniobra cuenta, además, con dos jugadores secundarios con papeles poco decorosos. “Maru” Angulo, secretaria de Desarrollo Urbano, será la encargada de habilitar “obras necesarias”, sea lo que sea que englobe esa categoría. Daniel Amador, secretario de Hacienda, firma y habilita el dinero. Ambos funcionarios, presionados o no, se juegan posibles causas judiciales en el futuro.

Lo concreto es que lo único que importa hoy a los Romero es la caja o lo poco que queda de ella. Se dice que una de las últimas reuniones de gabinete la intendenta planteó que “los vecinos votaron otra cosa, ahora que se jodan”. Esto respondiendo a los múltiples reclamos de vecinos por obras paralizadas desde el 14 de mayo.

Alerta griega

A mediados de 2022, desde estas páginas se advertía sobre el endeudamiento por $2 mil millones pretendido por la intendenta Romero y que requirió el aval del concejo deliberante. A su vez, salió a la luz que el gobierno municipal había colocado $1.200 millones provenientes de las arcas públicas en el Fondo de Inversión pioneros del Banco Macro. A poco más de un año de aquella confirmación, la única certeza respecto del destino de esos fondos es su “agotamiento”.

El derrite de los fondos públicos fue confirmado nada menos que por el Tribunal de Cuentas de la comuna, en la figura de Sócrates Paputsakis. Respecto a la situación que enfrenta la gestión actual, que incluye el no pago a proveedores y el incumplimiento de las negociaciones con los gremios, el presidente del órgano precisó: «Existe un desfasaje financiero que se deriva de una intensa actividad previa a las elecciones, que incluyó la ejecución de proyectos y obras, además de los desafíos económicos que enfrenta el país en general. El aumento de los salarios del personal y otros factores han llevado a que la municipalidad tenga que recurrir a financiamiento bancario, anticipos de coparticipación y otros recursos de la provincia para afrontar estas situaciones».

Pero entonces, ¿a dónde fueron a parar los $2 mil millones que conformaron el Fondo de Inversión para Emergencias? Paputsakis lo dejó en claro en una entrevista con FM Pacífico: «Lamentablemente, ese fondo ya ha sido agotado. La inversión en múltiples proyectos y obras previo a las elecciones, como el caso del canal de la calle Irigoyen, y el aumento de los salarios han consumido gran parte de los recursos disponibles. Inclusive, proyectos que cuentan con financiamiento de la Nación se han visto afectados por retrasos y costos adicionales. La planificación presupuestaria inicial se ha visto desbordada debido a estos factores».

Otras versiones no institucionales apuntan a que buena parte de la explicación la tendría un empresario del sur de la provincia, quien habría confesado retornos por una suma que supera las ocho cifras. El audio con mención de nombres de parientes de la intendenta circuló por varios teléfonos celulares y generó preocupación en el entorno de Lesser.

Un manotazo de oportunismo

Consumada la derrota del 14 de mayo, el romerismo apostó todo lo que tenía a la candidatura de Horacio Rodríguez Larreta. De fluida relación con el senador Juan Carlos Romero, la familia se hizo cargo de la campaña en la Provincia. Romero bendijo la candidatura de Inés Liendo y Juan Esteban, hermano de Bettina, tomó un rol protagónico en el manejo de los recursos.

El resultado electoral de Larreta fue paupérrimo en la Ciudad y en la provincia marcando una nueva derrota del romerismo. Tal vez el único acierto de la familia fue convencer a la intendenta que no sea candidata a diputada nacional y así hacerse un lado de la disputa interna de Juntos por el Cambio.

Conocidos los resultados del domingo 13 de agosto, a muchos sorprendió el tuit de Bettina Romero felicitando a Emilia Orozco y Alfredo Olmedo por su victoria en Salta. Es sabido que Bettina y los Romero no dan puntada sin hilo y que comenzaron el acercamiento a los dirigentes ligados al empresario amarillo. El tema es cuánto le costará a Olmedo la “ayuda desinteresada” de los Romero.

Se supo que ya existe un acuerdo entre los que acompañan a Milei en la provincia y la familia para poner su devaluada estructura a disposición. En poco más de dos meses, los anhelos de Bettina también se devaluaron al ritmo de la moneda nacional: De soñar con llegar al gabinete de Rodríguez Larreta a buscar una salida laboral después del 10 de diciembre.