Por tener su capacidad superada, tuvieron que trasladar a enfermos del Hospital San Bernardo, a clínicas privadas. Se suponía que con el nuevo nosocomio, denominado Papa Francisco, esto ya no iba a suceder.

El subgerente del Hospital San Bernardo, Dr. Juan Carlos Rivero, confesó, en Canal 9, que al verse superada la capacidad para atención de pacientes en terapia intensiva, hubo que derivarlos a centros asistenciales privados. El médico dijo que en este caso los costos corren por cuenta del hospital, siempre que el paciente no tenga obra social. ¿No se inauguró el nuevo hospital Papa Francisco para que esto no ocurra? ¿Y quién elige qué clínicas se benefician? Como si esto fuera poco, aceptó que hay falta de medicamentos. Sostuvo que hubo dificultad con la provisión de medicamentos porque el aumento del dólar llevó a que se declarara desierta la licitación de las empresas que iban a llevar a cabo este trámite».