Tras el mes del milagro, el estudiante secundario Joao Rodríguez compartió con Cuarto Poder un escrito en donde reflexiona sobre la solidaridad que se despliegan en esas celebraciones y el poco apego al prójimo en el resto del año.

Se cumplen 324 años de la histórica procesión salteña en honor al Señor y la Virgen del Milagro, nuestros “santos” patronos. Un mes de alegría, fe, comprensión y amor por el prójimo. Una semana donde la gente “se une”. Para el resto del año, continuar trabajando, pagando impuestos, en fin, lo que se ve siempre, seguir sumisos y obedeciendo las órdenes de un sistema opresor, que oculta la opresión y el autoritarismo en una democracia. Pero siempre, un sistema como este, deja ciertos huecos que dejan, a su vez, signos del tipo de sistema que esta sobre nosotros y nos controla. Durante la procesión se nota claramente cómo la gente de mayor poder adquisitivo, con dinero que alguna vez fue del pueblo -claro-, tienen el primer lugar o “el más cercano” a las imágenes. Junto a ellos, nada más ni nada menos que el personal de la iglesia.

La iglesia como muchos saben, no es una organización que se UNE para ayudar al prójimo. La iglesia es la mayor organización CAPITALISTA del mundo. Un dato curioso es que tiene tanto oro en su poder que sería capaz de erradicar la pobreza mundial. Pero sin embargo acá estamos, el sistema capitalista, es el menos solidario que hay, y se encargaron de crecer tanto, de hacer imposible un sustento de la sociedad sin estar ese como sistema económico y/o político. Y lo peor de todo, es que usan la imagen (para venderla) de gente que luchó en contra del sistema capitalista, y que ellos mismos asesinaron y se encargaron de hacerlos parecer en parte asesinos, pero a la vez buenos, un 50/50 para ser más precisos. Ernesto “Che” Guevara, es el ejemplo más claro de ello. Un hombre cuya imagen es una de las más vendidas en la actualidad.

Volviendo a nuestro tema original de “debate”, más allá de los miembros de la iglesia, y los burgueses que se hacen llamar gente honesta, se encuentra dos grupos grandes de policías, fieles perros falderos de este sistema corrupto. Que se encargan de mantener lejos, reprimiendo en algunos casos al pueblo. A esa gente de la que se llenan la boca hablando maravillas, los llamados PEREGRINOS, a esa gente reprimen y mantienen lejos de la burguesía opresora. A lo que voy con todo esto, es que hay que acabar con este sistema opresor, darnos cuenta que el pueblo tiene mucho más poder. Si bien ellos tienen la plata, que le pertenece al pueblo, nosotros tenemos algo que ellos no: AMOR Y MORAL. El amor y la moral, son algo que el ser humano tiene “oculto” en lo más profundo de su ser, esas dos cosas fundamentales le dan la fuerza suficiente al hombre de luchar por lo que uno quiere, por más difícil que sea, luchar, luchar y no detenerse jamás, y/o morir en el intento. Porque luchar con y POR amor, significa arriesgar no solo la reputación, por decirlo así de uno, sino la vida. Porque morir por amor, dar la vida por la patria, por el prójimo, por ideales, es algo que dejaron marcado los próceres de nuestra patria, el de liberar a los pueblos de sistemas opresores, en aquella época de la nobleza. Pero ahora debemos luchar contra el sistema opresor de la burguesía, un sistema mucho peor que la nobleza, ya que educa al pueblo para que se mantenga el sistema. Pero hay ciertas ovejas negras en la sociedad, personas a las que el resto trata de locos o raros. Pero siempre son esos locos o raros los que transforman al mundo, porque ellos ven cosas que el resto no ve, y si se “dan a conocer” el sistema se encarga de ellos, de encerrarlos, matarlos, o hacerlos quedar como los malos de la película, que es lo mejor que hace este sistema opresor en el que vivimos. Pero señores, estamos entrando en una nueva era, una era donde el capitalismo se está debilitando, por problemas que ellos mismos generaron, pero que no se dieron cuenta a tiempo. El capitalismo querrá volver a tener el nivel y calidad de sistema que solía tener, y lo hará por miedo a la guerra, no una guerra “simple” como las que ellos siempre realizan, a Irak, Siria, entre tantos países que sufren la bestialidad del imperialismo capitalista. Esta será una guerra de escala mundial, será una guerra atómica. Que si se lleva a cabo, el mundo conocerá su fin. Ya Albert Einstein lo predijo: “No sé con qué armas se peleará en la 3ra guerra, pero sí se con cuales se peleará en la 4ta. Piedras y palos”. Pero señores, ese es el “milagro” que necesitamos. El de despertar, y darnos cuenta de lo que somos capaces. De unirnos y juntos con amor, moral y trabajo y/o ayuda mutua construir la sociedad perfecta, con la que muchos sueñan, en la que todos somos amigos y nos queremos el uno al otro. Y estamos dispuestos a reconstruir lo que destruimos de este hermoso mundo que nos abrió sus puertas y nosotros lo destrozamos casi entero.