El hombre fue denunciado por quedarse con dinero de traslados de pacientes. Fue detenido en octubre de 2021. Ahora, la fiscalía que lo investiga amplió la imputación, responsabilizándolo de 21 delitos de fraude a la administración pública y nueve falsificaciones de instrumento público, todo en concurso real.

La situación legal del ex Jefe de Derivaciones del Instituto Provincial de Seguros de Salud se continúa complicando. El Ministerio Público Fiscal anunció que amplió la imputación contra el hombre, que fue detenido en octubre del año pasado.

Ahora, la fiscal Penal de la Unidad de Delitos Económicos Complejos (UDEC), Ana Inés Salinas Odorisio, lo acusa de los delitos de fraude a la administración pública (21 hechos) y falsificación de instrumento público (9 hechos), todo en concurso real.

El empleado infiel del IPS, que se encuentra en libertad pero con medidas judiciales, llegó a la nueva audiencia acompañado de su abogado particular y se mantuvo en silencio, sin declarar.

El 21 de septiembre de 2021, las autoridades del Instituto Provincial de Salud de Salta radicaron una denuncia en contra del Jefe de Derivaciones del IPSS. A partir de allí, la fiscala Ana Inés Salinas Odorisio inició una investigación que permitió detectar distintas maniobras que realizaba engañando a los afiliados del IPS con dinero para provecho propio por sumas superiores a los $500.000.

Los investigadores del CIF lograron determinar que el hombre, que se desempeñaba como Jefe de Derivaciones del seguro de salud desde hacía un año (aunque trabajaba en el área desde hace cinco), solicitaba a los afiliados dinero en efectivo o a través de depósitos o transferencias bancarias a su cuenta, en concepto de copago o coseguro por el servicio de traslado.

Según surge de las declaraciones de 21 víctimas, el acusado se ganaba su simpatía y les manifestaba que él se encargaría de ingresar el dinero en el IPSS y de esa manera se ahorraban tener que hacer el trámite en caja. Como prueba, les entregaba recibos con sellos que, según las pericias, son apócrifos. Todos los papeles eran remitidos, firmados, a la Gerencia de Seguros Sociales, que es el área que debe controlar a ese sector.

Hasta el momento se pudo determinar que 21 personas fueron víctimas de estas maniobras y quedaron registradas en las conversaciones que el empleado tenía por whatsapp con los afiliados a fin de brindarles instrucciones sobre cómo debían proceder.

Además, desde el IPSS denunciaron que tomaron conocimiento de que el hombre continuaba comunicándose con los afiliados a fin de instruirlos respecto a trámites vinculados con diferentes prestaciones que requieren de la obra social, resaltando que el empleado se encontraba suspendido de sus funciones, y por ende inhabilitado para realizar trabajos en nombre de la obra social.