Guillermo Durand Cornejo blanqueó sus intenciones de ir por su reelección y de inmediato en el PRO y la UCR le instalaron otros nombres y la idea de una interna para cerrarle la puerta de Cambiemos. (Gonzalo Teruel)

Acostumbrado a moverse en la soledad de un partido político, el oximorónico Conservador y Popular, que es un sello de goma que le pertenece exclusivamente, Guillermo Durand Cornejo, creyó, tal vez, que impondría también en soledad y sin discusión su nombre en la lista de diputados nacionales de la oposición provincial. Pero no le será tan fácil.

Hace un par de semanas, en una jugada para dejarlo en off side, la representación salteña en la mesa nacional del PRO quedó en poder del periodista Martín Grande que en consecuencia resultó lanzado para competir en las próximas elecciones legislativas. Este miércoles, entonces, Durand Cornejo aseguró ante la prensa que buscará retener su banca en el Congreso y que “es muy probable” que se conforme una lista con él, Bettina Romero y Martín Grande.

Pero de este último dijo, provocador, que será “candidato a no sé qué”. Acostumbrado a la palabra, el periodista respondió también ante la prensa y aseguró que no tiene problemas de competir en una interna. “No tengo problema de ir una interna con Durand Cornejo” desafió Grande pero, de inmediato, descartó cualquier posibilidad de formar parte de una lista donde esté la hija del senador nacional Juan Carlos Romero porque, explicó, “ni siquiera está afiliada al PRO”.

Los cruces dialécticos entre Durand Cornejo y Grande alcanzaron a Romero y develaron la incertidumbre en el macrismo salteño. El titular del PRO, Martín de los Ríos, casi no soltó palabra en las últimas semanas y no clarificó el panorama de su partido y del frente Cambiemos en la provincia. Lo mismo hizo (o no hizo) el titular de la UCR, Miguel Nanni, que tampoco aportó mayores señales a los radicales.

Según anticiparon desde la UCR, la definición de la estrategia electoral, alianzas y candidatos posibles, se concretará en las próximas semanas. Por lo pronto, el concejal tartagalense Mario Mimessi marcó la cancha y arriesgó que “la UCR va a competir dentro de Cambiemos con candidatos propios”.

Muchos radicales quieren que ese “candidato propio” sea Mimessi y que el centenario partido lleve a internas a los aliados del PRO y de la Coalición Cívica en la provincia. Su escenario “de máxima” es cerrar un acuerdo con el PRO y la Coalición Cívica sin los outsiders Durand Cornejo, Grande y Romero y encabezar las listas con candidatos radicales o afines al radicalismo y el “de mínima” es que todos compitan en una gran interna.

Mientras los principales operadores del gobierno nacional, los ministros Marcos Peña y Rogelio Frigerio, demoran una definición y los armadores del gobierno provincial con el ministro Juan Pablo Rodríguez a la cabeza  no blanquean sus deseos de alcanzar un “pacto de no agresión” electoral con Cambiemos, numerosos dirigentes radicales y macristas intentan posicionarse para competir en las elecciones. La semana próxima, tal como anticipan desde la UCR, “todo será más claro”. Mientras tanto, los egos y vanidades y los legítimos intereses políticos están en efervescencia.

Durand Cornejo creyó, tal vez, que sus pavoneos porteños y un pretendido respaldo del presidente Mauricio Macri impondrían sin discusión su nombre en la lista de diputados nacionales. Pero no le será tan fácil. Suma rechazos de dirigentes y militantes del PRO y de todo Cambiemos que lo quieren lo más lejos posible y ya le instalan competidores para las elecciones primarias.