Los antiderechos van por todo. Integra la «lista celeste” del partido Demócrata Cristiano.

 

El ginecólogo de Cipolletti declarado culpable de obstaculizar un aborto legal a una víctima de violación será candidato a diputado nacional por el partido Demócrata Cristiano en la Ciudad de Buenos Aires. Si bien el médico Leandro Rodríguez Lastra integra una lista proclamada como completamente celeste –por su posición antiabortista, incluso en casos legales-, lo más llamativo de la postulación es que en dos semanas la Justicia dará a conocer su pena que podría incluir la inhabilitación para ejercer como funcionario público.

Según fuentes locales, el ginecólogo que además es jefe de servicio en el hospital de Cipolletti pidió licencia a su cargo con un certificado médico mientras recorre el país haciendo campaña. La candidatura de Rodríguez Lastra fue anunciada por el partido junto a toda la “lista celeste” bajo el eslogan “Ciudad celeste por la vida y la familia”.

El mes pasado, el juez Álvaro Maynet consideró que el ginecólogo era culpable de incumplir con sus deberes de funcionario público por haber interrumpido el aborto que cursaba una joven de 19 años que había sido violada y no quería gestar ni parir el producto de esa violación.

Para el juez, Rodríguez Lastra realizó “una maniobra dilatoria” al exigir requisitos no contemplados para el acceso a la interrupción legal del embarazo y mentir, primero a la paciente y luego a la Justicia, para forzar la continuidad de la gestación.

El veredicto remarcó que el médico “no estaba incluido en el registro de objetores de conciencia” de la provincia y que en todo momento mantuvo “una actitud negadora de la práctica que se le demandaba, a la cual estaba obligado por ley, negación que oculta con excusas de diversa índole y la cual, además, no informó, como era su obligación, respetando el derecho de la paciente”.

El juez a su vez consideró acreditadas las maniobras dilatorias y mentiras del ginecólogo Rodríguez Lastra. Por esa evidencia, indicó el juez, “no puedo menos que concluir que el acusado nunca tuvo la menor intención siquiera de contemplar efectuar la práctica que le reclamaba” la joven violada.