Una extrabajadora de la Fundación Trabajo y Solidaridad, del diputado Abel Ramos, denunció que la echaron por ser vocera en medio de la protesta y la indemnización que le pagaron fue con un cheque sin fondos.

El problema entre los trabajadores y la fundación comandada por Ramos vuelve a ser noticia tras las declaraciones de Gilda Vega, quien comentó las razones de su despido: “Me echaron por ser vocera (durante el conflicto con los trabajadores), el viernes de la semana anterior tenía una audiencia de conciliación y el representante de la Fundación no se presentó, me pidieron que vamos a instancias judiciales para que las vías administrativas se terminen y me pagaron una indemnización de 3.500 pesos,  y cuando fui a cobrar el cheque no tenía fondos”. La mujer estafada comentó luego lo que hace bastante se sabe, que Ramos se maneja con una impunidad soberbia y tiene el poder de despedir a sus trabajadores sin mayores consideraciones.

Otro que aprovechó para pegarle al excamillero fue el gerente del Hospital San Bernardo, lugar donde presta servicios la Fundación de Ramos. Hugo Sarmiento Villa, consideró que “la Fundación Trabajo y Solidaridad debe mejorar alimentación y el servicio que presta, además de garantizar personal en feriados o huelgas”. Luego acotó: “La Fundación Trabajo y Solidaridad debe cubrir la necesidad de ropa para quirófano, camas y consultorios”, y agregó que “la comida es buena y está fiscalizada, y si hubiera que mejorarla, sería también a través de una adenda”.