Escuchas telefónicas en manos de la Justicia sugieren que los ocho policías detenidos el jueves se dirigían a allanar a un transa de Barrio Alta Tensión. La idea era plantarle drogas para sacarlo de competencia y favorecer a transas propios.    

Avanza la causa penal contra los ocho exefectivos de Drogas Peligrosas por asociación ilícita y confabulación, entre otros delitos. Los acusados, señala Nuevo Diario, habían partido de la base con el objeto de favorecer a una familia narco, para posteriormente, tomar participación activa en el “negocio” de la droga.En ese marco la hipótesis con que se trabaja es que los detenidos se dirigían a “descabezar” a los otros vendedores que disputaban el mercado de venta de droga al menudeo en la zona.

En su acusación penal, la fiscal penal 5, Gabriela Buabse, sostuvo que los ocho policías detenidos protegían una boca de expendió que era explotada por Sandra Serrudo y su hijo, Alfredo Thiz, quienes estaban decidido a “monopolizar” el mercado en el barrio Alta Tensión y sus alrededores. Los policías comenzaron a “limpiar” el terreno a fin de potenciar la venta de la mujer. Una prueba de este accionar quedó de manifiesto en una escucha telefónica que los federales interceptaron los días previos a la detención de esta banda de “narcopolicías”.

Los acusados querían bajar a un tal “Rafa”, otro supuesto vendedor de droga considerado un fuerte competidor de Serrudo. Para sacarlo del negocio, los policías habían planificado realizar un allanamiento en su vivienda y para asegurarse el éxito, los policías iban a “plantar” la droga en la casa del tal “Rafa”. Los federales pudieron captar una conversación a través de mensaje de texto entre Carrizo y Serrudo.

“Ahí me dijo el otro que necesita eso para el jueves”, fue el mensaje enviado por Carrizo. En respuesta, Serrudo escribió: “decile que para el jueves le doy eso…”. Esta conversación revela para los investigadores y la Justicia que no se trata de un accionar aislado, en el que sólo participa Carrizo, pues éste sostuvo al escribir que “me dijo el otro que necesita eso”. Obviamente “eso” era la droga que Serrudo iba a proveer para plantar en el allanamiento en la casa de “Rafa”.

Llegado el jueves, los federales siguieron temprano a los ochos policías, y este seguimiento dejó en evidencia que pasaron primero por la casa de Serrudo, donde se proveyeron de la droga que necesitaban para asegurar el éxito del allanamiento planeado para después.